Notimex
Bogotá, Colombia.- Al menos ocho guerrilleros y dos indígenas murieron en distintos hechos violentos registrados en las últimas horas en diferentes regiones de Colombia, informaron ayer las autoridades locales.
Según el reporte castrense, tropas de contraguerrilla de la Brigada XVIII dieron muerte a siete rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), cuando intentaban tomarse una base del oleoducto caño limón, en el oriental departamento de Arauca.
Los insurgentes atacaron la base petrolera con cilindros de gas, pero la rápida reacción de las unidades del Ejército contrarrestaron el ataque rebelde a la infraestructura del principal oleoducto del país sudamericano.
El informe agregó que otro guerrillero murió y cinco más fueron capturados en operaciones adelantadas en los departamentos de Santander, Antioquia (noroccidente) y Casanare (oriente).
El general del Ejército, Martín Carreño Sandoval, dijo a periodistas que el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se dio en una zona rural del municipio de Remedios, departamento de Antioquia.
En operativos adelantados en Santander fueron capturados además cuatro presuntos miembros de las FARC, y se encontró una caleta de las ultraderechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con fusiles, municiones y uniformes.
La Defensoría del Pueblo, por otra parte, denunció ayer el asesinato de dos líderes indígenas en el norte y sur, por parte del líder de San Juan del Cesar (norte), y José Arístides Rivera, de la Balsa en Tumaco (sur), quienes fueron sacados de sus residencias por comandos armados, torturados y luego asesinados.
“Los pueblos indígenas siguen siendo afectados por la ingerencia de los grupos armados al margen de la ley y perseguidos por defender sus territorios, sin que el Estado ofrezca mecanismos que permitan su protección”, señaló un comunicado de la Defensoría.