GÓMEZ PALACIO, DGO.- Lejos de actuar con arbitrariedad contra quienes invaden el bordo de protección del lecho seco del río Nazas, el Municipio hizo labor de convencimiento a favor de un retiro pacífico de las familias, de ahí que en la actualidad sólo seis siguen ocupando los jacales que levantaron sobre el terreno federal, dijo el director de Desarrollo Rural y Reservas Territoriales del Municipio, Raúl Antonio Meraz Ramírez.
Resaltó además que desde un principio la administración dejó en claro que no podía proceder en contra de los invasores, por tratarse de un inmueble federal en manos de la Comisión Nacional del Agua, a diferencia del desalojo que la noche del martes se registró en el fraccionamiento Castilagua de Lerdo, cuyos terrenos pertenecen a un particular y ya existía una denuncia penal de por medio.
Del resto de las 120 familias que originalmente iniciaron la invasión en el bordo de protección, dijo el funcionario, 65 ya se encuentran instaladas en las reservas del ex ejido Filadelfia, mientras que el resto prácticamente desistió en sus demandas porque ya son dueños de hasta tres viviendas o cuatro terrenos.
En ese sentido, Raúl Meraz Ramírez reconoció que al movimiento lo antecedían intereses de carácter político, pues realmente no eran tantas las necesidades de lotes de terreno ni había necesidad de ocupar una franja propiedad del Gobierno Federal, pues se cuenta con unas 117 hectáreas para atender esas demandas.
Aún el martes, unas 15 familias de la invasión fueron transportadas en vehículos del Municipio, junto con sus pertenencias, a los lotes de terreno que se les asignaron en las reservas territoriales; se estima que las seis que aún ocupan los jacales serán reubicadas al término de esta misma semana.
Una vez concluido el traslado de los bienes de cada una de las familias, el Municipio decidirá si se hace cargo de limpiar la franja de terreno invadida, pues según destacó el funcionario, la mayor parte de los jacales de cartón y madera que ahí se levantaron están vacíos.
De las 65 familias asentadas en las reservas, 50 ya tienen su carta de posesión y celebraron convenios con la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra para el pago de los lotes, que tienen valor de tres mil pesos y que los posesionarios pueden cubrir con un enganche de 280 pesos y en el plazo que ellos elijan.
Se trata de terrenos con medidas de siete por 17 metros, en un sector donde ya se les suministra agua potable, alumbrado público y energía eléctrica
Meraz Ramírez dijo que desde que se registró la invasión, la autoridad municipal solicitó a la Comisión Nacional del Agua su intervención.
Según la respuesta del organismo, es que está en proceso de integración un expediente para proceder legalmente contra los invasores, a la vez que sus representantes acudieron a dialogar con las familias y se les fijó un plazo para desocupar la franja federal que, según el funcionario, está por llegar a su término.
La invasión también generó la protesta de los dueños de la empresa maquiladora “Industrias Apparel” localizada a un costado del bordo de protección, quienes atribuyeron a ese movimiento social la renuencia a invertir por parte de sus socios extranjeros y la cancelación de algunos proyectos de ampliación en sus instalaciones.
A ese respecto, el funcionario municipal descartó que la invasión haya sido determinante para la pérdida de inversiones de la empresa, y más que un problema de imagen de la ciudad, reviste un conflicto legal que debe resolverse sin necesidad de emplear la fuerza pública.
El recurso del retiro pacífico se utilizó también con las 700 familias que ocupaban 44 hectáreas de propiedad particular y ejidal en Nuevo Castillo que fueron reubicadas este mismo año a las reservas municipales.