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WASHINGTON, EU.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó ayer una ley que establece la creación de un Departamento de Seguridad Interna para prevenir atentados terroristas, poniendo en marcha la mayor reorganización del gobierno federal en medio siglo.
?No podemos ni pronosticar ni prevenir cada ataque concebible?, dijo Bush durante una ceremonia en la Casa Blanca.
?Sin embargo, nuestro gobierno tomará todas las medidas posibles para resguardar nuestro país y nuestra gente?.
?La continua amenaza del terrorismo, la amenaza de asesinatos en masa en nuestro territorio encontrarán una respuesta unificada y efectiva?, dijo el presidente al firma la ley.
Bush dijo que nominará a su asesor Tom Ridge, quien se desempeña como director de la Oficina de Seguridad Territorial adscrita a la Casa Blanca, para que esté al frente del nuevo departamento antiterrorista. Se espera que el Senado ratifique sin problemas la nominación de Ridge.
Ridge tendrá a su cargo lo que muchos piensan que será una tarea imposible para detectar a posibles atacantes sin causar tropiezos a unos 500 millones de personas, más de 11 millones de camiones, 51.000 buques extranjeros y 2,2 millones de vagones del ferrocarril que ingresan cada año a este país.
El departamento consolidará todas o parte de las 22 agencias federales que existen en la actualidad, incluyendo el servicio de Guardacostas, el Servicio Secreto y la Patrulla Fronteriza, y contará con un presupuesto de alrededor de 40.000 millones de dólares.
El secretario de la Armada, Gordon England, será nominado como subsecretario del nuevo departamento que formará parte del Gabinete, y que tiene como objetivo proteger a Estados Unidos contra otros atentados como los del 11 de septiembre del 2001.
Bush dijo que será una ?tarea inmensa? formar el nuevo departamento que tiene nivel de ministerio y que eventualmente llegará a contar con unos 170.000 empleados. ?Será un esfuerzo que demandará algún tiempo y concentración?, dijo Bush.
?En todo ese tiempo serán necesarios algunos ajustes. Pero esto es algo muy importante y la creación del nuevo departamento comienza hoy?, agregó.
Aunque la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ni la Agencia Central de Inteligencia (CIA) formarán parte del nuevo departamento, éste contará con una división que analizará informes de inteligencia con la esperanza de frustrar futuros ataques.
Uno de los objetivos principales del nuevo departamento será evitar los problemas de comunicación entre la FBI, la CIA y otras agencias federales que quedaron al descubierto tras los atentados con aviones secuestrados lanzados contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington, el año pasado.
Además de fusionar numerosas agencias, la ley dará más autoridad al presidente para contratar, despedir y transferir empleados del departamento en nombre de la seguridad nacional y permitirá armas en las cabinas de los pilotos como última línea de defensa contra secuestradores de aviones comerciales.
También extenderá por un año la fecha tope para implementar registros de todos los equipajes que manejan las aerolíneas y permitirá amplias excepciones a la Ley de Libertad de Información.
El Senado había dado su visto bueno al proyecto de ley la semana pasada, con una votación de 90 a favor y nueve en contra, cuando estaba a punto de cerrar las sesiones de la 107 legislatura del Congreso y una semana después de que fuera aprobado en la Cámara de Representantes, por 299 contra 121 votos.