Londres.- Los niños prodigio de la informática que estuvieron detrás de los virus de correo electrónico tales como ?El virus del amor? y ?Anna Kournikova?, se están convirtiendo en inofensivas reliquias del pasado, según expertos.
Han pasado 18 meses desde que el virus Anna Kournikova, considerado por muchos el último gran virus de computadoras creado por un precoz programador, infligió graves daños en el mundo corporativo, en lo que podría ser un indicio de que su época ha pasado.
?Ya no son la amenaza que eran?, dijo Mark Toshack, analista de la firma británica de seguridad MessageLabs.
Los virus de informática todavía son un peligro para los usuarios de computadoras, como mostraron Code Red (Código Rojo) el año pasado y Klez este año.
Pero los avances en los programas antivirus y un público cada vez más alerta han derrotado en gran medida lo mejor que los jóvenes programadores de virus pueden lanzarle a la comunidad de la informática.
Y ahora, después de un período de relativa calma, los especialistas de seguridad están comenzando a regodearse en su aparente triunfo.
?Los ataques de este grupo están declinando?, dijo Raimund Genes, presidente europeo de la firma de especialistas en detección de virus Trend Micro. ?Hace dos años, pensábamos que esto sería un gran problema, pero hoy no lo es?.
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Los niños prodigio causaron mucho daño desarrollando virus de correo electrónico que seducen a la gente para que abran un archivo anexo con mensajes provocativos o una foto de una mujer atractiva.
Una vez abierto, el virus con frecuencia se programa para reproducir el buzón electrónico de una persona en busca de más víctimas potenciales.
Un virus bautizado con el nombre de la famosa tenista rusa Anna Kournikova y uno con la etiqueta de ?esposa desnuda? se propagaron rápidamente de esta manera por todo el mundo, provocando el congestionamiento de las redes.
Las compañías fueron advertidas. Aquéllas que no se protegieran contra estos ataques pagarían con el colapso de sus redes de computadoras, la pérdida de documentos o, peor aún, la ignominia de que el nombre de sus firmas sea asociado con la distribución de un virus transportado por correo.
Los niños prodigio ?todavía existen?, dijo Urs Gattiker, director científico del Instituto Europeo para Investigación de Anti-Virus de Computadoras. ?Pero, en mi opinión, son sólo como esos chicos que hacen graffiti. Son sólo una lata?.
Sin embargo, algunos expertos se mantienen escépticos. ?No creo que el sistema legal realmente haya detenido a nadie?, dijo Graham Cluley, consultor técnico de la firma Sophos Anti-Virus, con sede en Gran Bretaña.
?Tengo este horrible presentimiento de que si alguien simplemente escogiera la celebridad apropiada y la pasara por la red, nos tragaremos nuestras palabras?, agregó.