San Pedro, Coah.- El trafico de drogas en el interior del Centro de Readaptación Social de este municipio va en aumento, en un período de 15 días se realizaron tres decomisos de heroína y se arrestaron a tres visitantes que pretendían introducir varias dosis de “chiva” y marihuana al penal, esta situación podrían ser un detonante para que más reos se contagien de hepatitis “C”.
Gustavo René Contreras Martínez, director del Cereso descartó que exista una red de corrupción entre los celadores y los reos para poder introducir los enervantes.
Aunque es evidente el manejo de las drogas en el interior del penal, el funcionario aseguró que todo está tranquilo y dijo que no hay ningún problema dentro del Cereso.
El primer decomiso de droga se realizó el pasado 29 de noviembre durante un operativo sorpresa realizado por todos los celadores, en dicha movilización se aseguraron 29 dosis de heroína.
Cinco días después, el cuatro de diciembre se realizó otro operativo y en esta ocasión los custodios encontraron una dosis de la misma droga.
El día 16 de diciembre tuvo lugar el último operativo de revisión que han implementado las autoridades del penal, de nueva cuenta se logró asegurar una dosis de “chiva”.
Durante estos tres operativos, los guardias de seguridad lograron “decomisar” una maquina para hacer tatuajes, este artefacto también representa un riesgo para los internos porque si un enfermo de hepatitis “C” utiliza la maquina podría contagiar a los presos que hagan uso de este artefacto.
Contreras Martínez informó que de estos tres decomisos ha tomado conocimiento el Agente del Ministerio Público Federal, para que se le aplique la sanción correspondiente al “propietario” de la droga.
El director del Cereso dijo que otras tres personas fueron turnadas ante el Ministerio Público de la Federación porque fueron sorprendidos cuando pretendían introducir droga al penal.
Por este motivo desde hace algunas semanas se incorporaron tres custodios extras para reforzar la vigilancia del interior de la prisión y para tener un mayor control al momento de revisar a los visitantes.
El funcionario dijo que no recordaba las fechas con exactitud, pero aseguró que en las últimas semanas se detuvieron a tres personas que intentaban meter droga al penal.
El primer aseguramiento se realizó cuando el sobrino de un interno intentó meter una “bolita” de heroína que escondía en la costura de su pantalón, en este caso no se pudo determinar la cantidad del producto porque estaba toda junta.
Posteriormente se detuvo al papá de un reo, esta persona intentó introducir marihuana escondida en sobre de “Tang”, simulando que le llevaba a su vástago este producto para preparar agua fresca.
El director del penal cayó en contradicciones cuando habló del tercer aseguramiento, pues en un principio dijo que habían detenido a la esposa de un preso cuando intentaba meter 43 dosis de heroína, después de dudar un momento, el funcionario se desdijo y comentó que en este caso habían asegurado “una bolita de chiva” que la mujer escondía en el ombligo.
El consumo de heroína dentro del Cereso representa un grave riesgo de salud para los internos, pues actualmente hay 25 reos que padecen hepatitis “C” y el número de enfermos puede crecer si continúa el consumo de “chiva” dentro del penal.
Contreras Martínez insistió en su versión de que no hay ningún riesgo dentro del Cereso, pues aseguró que se está trabajando “para mantener la frente en alto”, aunque el funcionario no descartó la posibilidad de que el pánico crezca entre los internos cuando se presente el deceso de algún interno que padezca esta enfermedad.
“Nosotros no vemos ningún tipo de problemática, las medidas preventivas se están llevando a cabo, estamos al pendiente y sabemos que las condiciones de salud de los internos son buenas, aunque estamos conscientes que esta enfermedad es asintomática y en cualquier momento se puede presentar una muerte por este padecimiento, pero tenemos la frente en alto por el trabajo que estamos desempeñando”, dijo.
El funcionario agregó que en días pasados sostuvo una reunión con varios internos y estas personas le informaron que la droga la inhalan en lugar de inyectársela, “les preguntamos y nos dijeron que la inhalan”, aseguró.
Hasta este momento, las autoridades del penal la única acción preventiva que han implementado es el cambio en la dieta de los internos, para lo cual recibieron la visita de una persona que es responsable de la cocina en el Cereso de Monclova.
Básicamente la nueva dieta de los reos evita el uso de los picantes y las grasas, ya que los diferentes platillos se preparan sin picante y por separado se incluye una salsa para aquellas personas que no padecen la enfermedad.
No hay dinero para
contratar más médicos
A la fecha la Subsecretaría de Prevención y Readaptación Social no ha cumplido con su promesa de contratar más personal para el Departamento Médico del penal y de esta forma brindar una mejor atención a los internos.
Desde hace varios meses, el titular de esta dependencia, Jorge Luis Morán Delgado informó que contratarían a una enfermera y a otro doctor para que auxiliaran en su trabajo a Graciela Peña Domínguez, titular del Departamento Médico del Cereso.
Contreras Martínez informó que hasta el momento este personal no ha sido contratado por falta de recursos.
“Del personal todavía no hay nada, en noviembre cerraron el presupuesto administrativo y todavía está pendiente contratar al médico y la enfermera”, dijo.
El funcionario agregó que por el momento no está contemplado realizar más muestras de sangre para detectar hepatitis “C”, pues aseguró que ya fueron examinados los internos que eran considerados de alto riesgo.
Con la droga se contagia
El consumo de heroína en el interior del Centro de Readaptación de San Pedro provocó que los adictos a esta droga se contagiaran de hepatitis “C”.
Aunque las autoridades del sector salud y el director del penal niegan que este sea un problema de salud pública, actualmente el 20 por ciento de los internos padecen esta mortal enfermedad, el resto no ha sido examinado y existe la posibilidad de haya más casos de este padecimiento dentro y fuera del Cereso.
El rastreo de esta enfermedad inició tras la muerte de Ismael Medina Martínez, de 20 años de edad, el joven drogadicto vecino de la colonia Ampliación Las Rosas murió el día 21 de julio en el Hospital General de Torreón víctima de esa enfermedad.
Días después de este deceso, Alicia Martínez Valles madre de Ismael denunció públicamente que su hijo había sido contagiado mientras permaneció preso en el Cereso de esta ciudad, pues aseguró que su hijo antes de morir le había confesado que en el penal se drogaba con la misma jeringa que lo hacían la mayoría de los presos.
El día 7 de agosto mientras el director del Cereso negaba la posibilidad de que Ismael hubiera sido contagiado dentro del penal, un total de 23 adictos a la “chiva” aceptaron que se drogaban con el occiso y siete de ellos se presentaron voluntariamente al Hospital General para ser examinados.
Un día después la Jurisdicción Sanitaria número VII anuncia que implementará un estudio de contactos para tomar muestra de sangre a aquellas personas que convivieron con el drogadicto.
A petición del Departamento Médico del Cereso, el día 14 de agosto la Jurisdicción toma muestra de sangre a tres internos que se drogaban con Ismael.
Tres semanas después, el día 6 de septiembre la Secretaría de Salud declaró alerta epidemiológica en el Cereso, al confirma que dos de los tres internos examinados padecían hepatitis “C”, además los siete drogadictos examinados fuera del penal también resultaron positivos.
Dos semanas después, el 20 de septiembre se toman otras 26 muestras de sangre a los internos que son considerados “contactos de alto riesgo”.
Como medida preventiva, el día cuatro de octubre se aplica la vacuna de hepatitis “B” a los 124 internos del Cereso y a todo el personal administrativo y de seguridad, en total 32 personas.
Las dependencias involucradas en esta problemática se negaban a dar a conocer el resultado de las 26 muestras de sangre tomadas a los internos.
Finalmente el día 8 de noviembre el subsecretario de Prevención y Readaptación Social, Jorge Luis Morán Delgado dio a conocer que 23 de los 26 presos examinados dieron positivo.
Ese mismo día Morán Delgado asegura que se contratará a más personal para el Departamento Médico del penal y que se tomarán más muestra de sangre a otros internos que pudieran padecer la enfermedad.
A la fecha ninguna de estas dos acciones se han aplicado y la situación en el interior del Cereso sigue igual, aunque el director del penal lo niega, el problema de la drogadicción va en aumento, a tal grado que en 15 días se realizaron tres operativos para encontrar droga, anteriormente estas movilizaciones se realizaban una cada seis meses.
LAS FECHAS
· El día 6 de septiembre la Secretaría de Salud dio a conocer que dos de los tres internos examinados padecían hepatitis “C”, además los siete drogadictos examinados fuera del penal también resultaron positivos.
· Dos meses después, el día 8 de noviembre se informa que 23 de los 26 presos examinados dieron positivo.
Fuente: Hemeroteca El Siglo de Torreón