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Cursis y escandalosas

Guadalupe Loaeza

“¿Qué si soy cursi y escandalosa por el solo hecho de haberme dejado fotografiar por Daniela Rossell? Mentira podrida. Es cierto que soy rica, pero siempre lo he sido. Bueno yo no, los ricos son mis papis. Pero eso no es novedad para nadie. Lo que pasa es que ahora también soy famosa. Ésa es la única diferencia. Pero, ¿qué tiene eso de malo? Todo el mundo quiere ser rico y famoso. Si tú le preguntaras a cualquier chavo o chava en la calle o en el Metro. “Oye, ¿quieres ser rica y famosa?”. ¡Júralo, que te va a decir que sí! A ver, ¿a quién sobre la Tierra no le gustaría ser rico y famoso? ¡Everybody! Ésa es la neta del planeta. Lo que sucede es que hay unos bien hipócritas que nomás te echan un rollo tipo: “Ay, no que en este país donde hay tantos pobres, no hay que ser ni rica ni famosa. Ay, no que porque es una gran provocación para los que menos tienen. Ay, no que es una injusticia del tamaño del mundo para los que apenas ganan el salario mínimo que ha de ser como de mil pesos diarios!”. Hijo, te echan cada rollo, como si fuera una culpable de haber nacido en Bosques, en lugar de Neza. Y, ¿sabes por qué? Por resentidos, amargados y archi ardidos. Te lo juro que muchos de estos rolleros estarían felices de ser aunque sea menos pobre y un menos desconocido. En realidad son una bola de mediocres, super heavy. Te lo juro que hubieran dado cualquier cosa porque sus hijas hubieran salido fotografiadas en el libro de Daniela. ¡Envidiosos! ¡Acomplejados! ¡Nacos!

Híjole, todavía no entiendo por qué hemos sido tan criticadas. Es un libro “light”, no es una obra sociológica, ni de política, ni de nada. Es como un álbum de familia. Todos los que salimos fotografiados nos conocemos desde hace años. Nos encontramos en los antros o en otros reventones. A mí la verdad, me pareció una idea padrísima de Daniela. Ella es una chava bien talentosa y valiente. Lo único que hizo, fue retratar nuestra realidad. ¿Qué tiene eso de malo? Así vivimos, rodeadas de lujo. Por ejemplo yo empecé mi colección de peluches desde que era una niña. Tengo doscientos, de todos los tamaños y de todos los colores. Los adoro. No puedo dormir sin ellos. El día que me case me los voy a llevar. Son como mi security blanket. Que, ¿cómo es mi casa? Pues como sale en las fotografías del libro. Así vivo, en medio de un chorro de cosas, de cojines, de tapetes, de candiles, de animales disecados y de todo tipo de objetos. Ya estoy acostumbrada. Ojalá, que todo el mundo, también, tuviera una casota como la mía. Ojalá que todo el mundo fuera rico y famoso. Cuando digo todo el mundo, igual hablo hasta de los que viven en Afganistán. Híjole, que ironías tiene la vida, porque ellos sí se hicieron muy famosos. Diario salían en la tele y en todos los periódicos del planeta. Hasta se pusieron de moda, pero por vivir en la miseria y gracias a Bin Laden. No. En serio, ojalá que los cien millones de mexicanos que viven en este país, todos fueran ricos y famosos, como yo. Claro que si así sucediera, ya no sería ni tan rica, ni tan famosa. Pero te lo juro que no me importaría. ¿Por qué? Porque yo sé que hay un chorro de pobres en mi país. Sí, son un chorro. Lo sé. Pero no por eso me tengo que sentir culpable de ser rica y famosa. Yo no hice nada para ser rica y famosa. Ese fue mi destino. ¿Qué culpa tengo yo? Ahora bien, si me preguntaran: “¿te gustaría ser pobre y desconocida?”. Ay, ¿neta? Diría que no.

Oye, yo no soy hipócrita. Prefiero admitir que sí quiero ser muuuuuuuuuuuy rica y muuuuuuuuuuuuy famosa, en lugar de ser muuuuuuuuuuuuy miserable y además todo, un cero a la izquierda. Híjole, eso sí que ha de ser HORRRRRRRRRRIIIIIIIIIIPILANTE. ¡Qué horror! Nada más de imaginármelo se me pone la carne de gallina. Te lo juro que no tengo ni una sola amiga que sea pobre y que además no la conozca nadie, o sea mis otras amigas. Supongamos que un pobre un día llega a ser muy rico, es obvio que su siguiente meta es llegar a ser muy famoso. Es normal. Por ejemplo, mi abuelito no siempre fue rico, ni mucho menos famoso. Él nos ha contado que cuando era niño, en su casa no había ni para comer. Lo que pasa es que primero se metió al PRI y poco a poquito con el sudor de su frente, se fue haciendo de un capitalito, como dice él. Después este capital, lo invirtió super bien. Luego en el PRI fue subiendo de puesto hasta hacerse un poco más rico. Pero su trabajo le costó. Nadie se lo regaló. Al principio no fue nada fácil. También mi papi se metió al PRI, entonces como ya sabía qué onda, pues para él sí fue un poquito más fácil. Y ahora, pues ya no tiene trabajo en el partido, pero sí tiene su despacho con mi abuelo. Además, gracias a Dios, es muy amigo de Madrazo, lo cual quiere decir que tal vez en cuatro años más, si regresa el PRI al poder, pues entonces toda la familia será más rica y más famosa.

Ay, bueno pero ¿qué problema con lo del libro? Han hecho todo un mega rollo. Mira, la cosa estuvo así. A mí Daniela, me llamó en super buen plan y me dijo: “oye, qué onda, ¿entonces aceptas que te haga un shooting? Ya aceptó Emiliano Salinas, Lizzy Barrera, Alicia Santos, Janna Jeffe y su marido, y el hijo de Zedillo “ Y yo agarré y le dije: “Orale, Daniela. Why not?”. Así le dije. Se lo dije en buen plan. Acepté, porque no le vi nada de malo. La verdad que encontré la idea poca madre. Muy ch.... Así de sencillo sucedió.

Viniendo de alguien como Daniela Rossell, me pareció archi normal. En cambio, si me hubiera dicho: “oye, ¿cómo ves que le tomo unas fotos a tus maids en sus cuartos?.” Híjole, entonces sí lo hubiera encontrado muy extraño. Le hubiera dicho: “oye, Dani ¿qué onda contigo? ¿Cómo que vas retratar a las criadas? Allí sí, me hubiera sacado de onda. Pero, ¿tomarle fotos a sus amigas de toda la vida en sus casas? ¿Qué, diablos, tiene eso de malo? Hijos, cómo han exagerado los medios informativos y algunos intelectuales. Pues ni que fuéramos las únicas mexicanas que viven así. Todas, todas, todas, mis amigas y todos los miembros de mi familia, viven como yo. ¿Qué esperaban que viviéramos en cavernas, en chozas, en cuevas, o en el fondo de las barrancas de la Tercera Sección de Chapultepec?

A mimanera de ver lo que deberían de hacer es alivianarse. Ser más “cool”, no tomarse la vida tan en serio. ¿Quieren saber la verdad? Yo estoy feliz. Nunca me había sentido tan importante. Ahora ya quiero salir hasta en el Hola. Híjole, eso sí que sería mi hit. ¿Se imaginan? A lo mejor, con lo del libro me invitan a participar en Big Brother o en La Academia. Entonces sí sería más rica y más famosa. Lo que también me tiene archi encantada, es que mi foto está en la exposición de las Ricas y Famosas en un museo en Nueva York.

Qué ironías tiene la vida, yo que siempre odié los museos, ahora estoy en uno de ellos. ¿Qué más quiero? Gracias Daniela Rosell. Gracias a todos los medios de comunicación de todo el mundo, que me han hecho famosa. Gracias abuelito. Gracias papis. Gracia PRI. Y gracias México.

Que se entienda de una vez por todas. No soy new rich, soy rica desde que nací, es decir, hace 18 años. Pero lo que s soy ahora, es famosa. Ni modo. Such is life... ¿Qué tiene eso de malo?

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