Agencias
MADRID, ESPAÑA.- Matt Damon llegó a Madrid acompañado de su prometida, la también actriz Odessa Withmire, para promocionar en España El caso Bourne, un filme de espías dirigido por Doug Liman, que se estrenará en las pantallas españolas el próximo 8 de noviembre. Damon no tuvo problemas en arremeter contra Hollywood y reconocer que le gustaría trabajar con Pedro Almodóvar.
"Siempre me he quejado de que en Hollywood se preparan las películas como si fuera un pastel, y, de pronto, alguien dice: Aquí falta algo, como por ejemplo, la chica. Y utilizan tantos ‘best seller’ para los guiones porque piensan que así tienen un público asegurado", afirmó Damon, quien en seguida quiso dejar claro que esto no ha ocurrido en El caso Bourne, donde el trabajo de la alemana Franka Potente está más que justificado, ya que, desde su punto de vista, ésta "eleva el nivel de la película".
Este joven actor tiene mucho cuidado a la hora de elegir los proyectos en los que va a involucrarse. "Siempre he elegido muy bien mis trabajos, incluso cuando no tenía un duro, me pensaba unas cuantas veces las cosas, buscando cierta calidad en el guión y en el director", explicó Damon, quien para preparar el personaje de ‘El caso Bourne’ entrenó durante cinco meses.
Un actor paciente
En esta misma línea, reconoció que ha sido afortunado a lo largo de su carrera, en la que destacan, entre otros, títulos como El talentoso Mr. Ripley, La leyenda de Bagger Vance, Dogma, Salvando al soldado Ryan, Rounders o Legítima defensa.
"He tenido suerte porque siempre he podido escoger, y espero poder seguir haciéndolo", dijo que prefiere "ser paciente" a la hora de elegir sus trabajos, aunque tenga que estar periodos de tiempo sin actuar.
Mucha de esta suerte puede deberse al Oscar al Mejor guión que consiguió con el guión de Mente indomable, película dirigida por Gus Van Sant que escribió y protagonizó junto a su viejo amigo Ben Affleck y que hizo que ambos saltaran a la fama. "El Oscar cambió todo nuestro mundo, porque pasamos de ser dos actores en paro a no parar de trabajar en los últimos cinco años y así poder usar toda nuestra energía creativa", recordó Damon.
Cine experimental
Recientemente acaba de terminar una nueva película con Gus Van Sant, titulada Gerry, Gerry y a la que se refirió como "cine experimental". "Cuenta la historia de dos tipos que se adentran en el desierto y se pierden. Es una película muy exigente con el público y ha provocado reacciones muy diversas. Hay gente que dice que es una de las más importantes de los últimos años, y otros que es una sesión de tortura", relató.
Un día después del 11-S, Damon indicó que las secuelas del atentado todavía no se han hecho notar en Hollywood, a excepción de películas como Daño colateral. "De todas formas, lo que ocurrió fue tan grave, que no he perdido el tiempo en pensar cómo podría afectar al cine", sentenció.
A Dammon con el tiempo, le gustaría ponerse detrás de la cámara para contar sus propias historias "y así no estropear el trabajo de otros".
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El caso Bourne, basado en la exitosa novela de Robert Ludlum, arranca cuando un hombre amnésico (Damon) es rescatado del mar por la tripulación de un pesquero italiano. El náufrago no lleva nada consigo, sólo las balas que tiene alojadas en la espalda y un número de cuenta de un banco suizo adherido a la cadena; carece de identidad y de pasado, pero posee una serie de talentos extraordinarios en artes lingüísticas y marciales que le ayudarán en su frenética búsqueda.
"No elegí este papel para trabajar en una película de espías, ya que no sigo ninguna estrategia en mi carrera, sino por trabajar con un director de cine independiente que podía dar otra visión de este género. Si la película la hubiera dirigido otro director más típico del género, tal vez no la habría hecho", señaló Damon sobre el también realizador de títulos como ‘Swingers’ y ‘Viviendo al límite’.