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México, D.F.- A unas cuantas horas de abandonar el país, luego de cumplir cuatro años al frente de la embajada de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow declara estar “impresionado” por la cultura mexicana, “ustedes saben donde viven y por ello saben a donde van”, dijo en la víspera.
El diplomático estadounidense permaneció en territorio nacional desde 1988. De hecho, con esta misión diplomática sumó 40 años en el servicio exterior de Estados Unidos y aseguró que ninguna nación le ha causado el impacto que le produjo México.
Expertos como Lorenzo Meyer, del Colegio de México, lo han calificado como un político mesurado, y en efecto Davidow se mantuvo lejos de las polémicas, de las cámaras y micrófonos, y una de sus características fue aparecer en público sólo en casos necesarios.
La agenda bilateral entre ambos países es muy vasta.
En materia de seguridad fronteriza Davidow fue uno de los principales promotores de la “directriz” expedida el pasado 29 de octubre por el presidente George W. Bush, para incrementar el intercambio de información aduanal y migratoria que incluyó el desarrollo de una base de datos para el control de personas y aduanas.
Una de las asignaturas pendientes en la relación diplomática es sin lugar a dudas el aspecto migratorio. El presidente Vicente Fox ha declarado que México incrementará sus gestiones para lograr un acuerdo migratorio a partir del mes de noviembre, en el marco de los procesos electorales de Estados Unidos.
Davidow tuvo un papel importante en la reunión de los presidentes Bush y Fox en febrero de 2001 en Guanajuato, donde dieron inicio las pláticas sobre migración, las que cayeron en un impasse luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre.
Uno de los acuerdos más significativos es el compromiso de Washington para “buscar opciones para un nuevo programa de trabajadores temporales” que no perjudiquen a los de Estados Unidos.
El 6 de septiembre del año pasado, los mandatarios de los dos países acordaron formar una alianza público-privada llamada “Asociación para la Prosperidad”, que con la participación de Davidow se nutriría de las mejores ideas de economistas, empresarios, expertos en desarrollo y líderes gubernamentales.
El embajador saliente ha tenido un papel muy importante en el impulso de programas bilaterales de ataque y erradicación al tráfico de drogas. Uno de sus logros más importantes fue que México fuera anfitrión de la última reunión binacional para la reducción de la demanda de enervantes.
Se le considera un importante impulsor del desarrollo de iniciativas de cooperación para confrontar la amenaza común de las drogas, mediante la colaboración en investigaciones, prevención, educación y programas de tratamiento.
En materia de comercio, la gestión del diplomático, que en las próximas semanas se incorporará a la vida académica en la Universidad de Harvard, incluyó un importante número de asuntos como el azúcar, transportes, telecomunicaciones y propiedad intelectual, en el marco del Tratado de Libre Comercio.
Sin lugar a dudas uno de los puntos cumbres de su gestión fue el anuncio de un nuevo programa de 50 millones de dólares a lo largo de seis años, que incluye un programa de becas para que mexicanos estudien en Estados Unidos a nivel licenciatura y posgrado.
Davidow dejará México este sábado y su sustituto, Tony Garza, arribará a este país en menos de dos semanas.