Ciudad Lerdo, Dgo.
Tan cerca, y tan metida en el corazón de muchos que por acá vivimos.
Desde niños, ir a visitarla, gozar de los productos de sus huertas, viajar en aquellos inolvidables tranvías, fue un motivo de alegría y satisfacción.
Con el tiempo ese cariño por Ciudad Lerdo fue creciendo, y no sólo fue un sentimiento particular sino el de muchos laguneros.
Un día fuimos a una vieja casa donde vivió Manuel José Othón, el gran poeta de “Idilio Salvaje” y desde entonces quisimos entender el secreto del lugar, que cautivó a tantos y que sigue haciéndolo hoy.
¿Qué tiene Ciudad Lerdo que impacta?
Su tranquilidad. Esa serenidad que dan algunos lugares privilegiados de la provincia.
Es una delicia sentarse lo mismo en la Plaza Principal, que en la Benito Juárez o en su Parque Victoria y ver le gente pasar, los niños jugar y las aves cantar. Todos quieren disfrutar de un lugar que sigue robándole espacios al pasado para darnos la quietud que necesita nuestro espíritu.
Ya no sólo es su famosa nieve de “Chepo”, sino que también están los almuerzos, y las comidas con Conchita o las atenciones de René Flores y Laurita Martínez ahí junto a la Plaza.
¡Qué deliciosos los buñuelos con miel!
¡Qué sabrosas sus semitas polveadas y sus quequis de zanahoria!
Sentarse en la Plaza a platicar de algo de la historia del lugar es siempre agradable. Don Benigno Reyes, marqués de Higolandia es una autoridad en la materia, sabe de muchos personajes y algunas veces es nuestro guía visitando sitios como el renovado Salón Azul o las huertas de Carlos Real.
Didier Bracho guarda también recuerdos inolvidables de su infancia, compartida con gente como Cristóbal Jaime hoy dirigiendo desde Conagua.
El señor Colliere de la Marliere puso a nuestra disposición aquella alberca, donde por las noches disfrutábamos del clima y el lugar.
Ya desde el Vivero el clima cambia, mejora notablemente, y desde ahí empieza nuestro espíritu a gozar de un lugar privilegiado de nuestra Comarca, al que deben ayudar primero los que ahí viven y en seguidita nosotros, los que tanto queremos la bella Ciudad Jardín.