Cargó Babalucas su camión con melones que compró a 3 pesos cada uno. Fue al mercado y los vendió a 3 pesos cada uno. Cuando hizo las cuentas se encontró con que no se había ganado ni un centavo. Dice: "-Ya sabía yo que necesitaba un camión más grande"... Don Jodencio, hombre muy egoísta, se quejaba de la generación moderna en el autobús. "-Ya no hay educación -bufaba-. Los jóvenes no tienen ninguna consideración con sus mayores''. "-No se queje, señor -le dice una muchacha-. Yo vi cómo un joven se levantó para cederle a usted su asiento''. "-Sí, -reconoce don Jodencio-. Pero mi señora va de pie''... Sonja Lasiete, patinadora en hielo, fue a pedir trabajo en una empresa de espectáculos. "-¿Puede usted levantar los dos pies en el aire?'' -le pregunta el empresario-. "-Sí, -responde Sonja-. Y doy dos vueltas antes de seguir patinando''. "-Yo no digo patinando'' -aclara el empresario-... Ovonio Grandbolier, el hombre más perezoso del condado, iba con su esposa por la calle cuando encontró a un antiguo condiscípulo de la Preparatoria. "-Soy médico -le cuenta el amigo-. Me dedico a la Medicina del Trabajo''. "-¿Medicina del Trabajo? -exclama Grandbolier-. ¡Ya decía yo que el trabajo es una enfermedad!''... Don Cornilio llegó a deshoras a su casa y encontró a su mujer muy agitada en el lecho conyugal. Le iba a preguntar qué le pasaba, si por ventura la había acometido un súbito soponcio o algún inesperado patatús, pues la señora acezaba con grandes resoplidos y mostraba diversas señas de corporal perturbación. Tal iba a preguntarle don Cornilio, pero en eso levantó la vista y vio sobre lo alto del ropero a un individuo in puris naturalis, es decir, sin ropa, lo que técnicamente se llama "en peletier''. "-¿Quién es usted?'' -le pregunta-. El tipo vacila en contestar, pero responde luego: "-Soy un ángel''. "-Un ángel, ¿eh? -replica don Cornilio, escéptico-. A ver, si es un ángel ¿por qué no vuela?''. Responde con gran modestia el otro: "-Es que todavía soy pichón''... Doña Gorgolota y don Wormilio sostenían su enésima pelea matrimonial. "-¡Y pensar -ruge ella- que te he dado los mejores años de mi vida!''. "-¡Dios mío! -se consterna don Wormilio-. ¿Estos han sido los mejores?''... Dos agentes viajeros conocieron en el pueblo a unas muchachas y las llevaron a bailar. Al salir de la disco les hacen una proposición: "-¿Qué les parece si vamos a nuestro cuarto del hotel?''. Pregunta una de las muchachas: "-¿Traen aspirinas?''. "-No'' -responde uno de los tipos, muy extrañado por la pregunta-. "-Entonces no vamos'' -dicen ellas-. Pasa una semana y los cuatro vuelven a salir. Se repite lo mismo de la ocasión anterior. "-¿Vamos a nuestro hotel, muchachas?''. ¿Traen aspirinas?''. "-No''. "-Entonces no vamos''. La tercera vez los agentes se compran una buena dotación de aspirinas. "-¿Vamos al hotel?'' -vuelven a insistir-. "-¿Traen aspirinas?'' -pregunta de nueva cuenta una de las chicas-. "-Sí''. "-Entonces vamos''. Los agentes preguntan sorprendidos: "-'¿Por qué ahora que traemos aspirinas sí aceptan ir?''. Explica una de ellas: "-Es que nos gusta fornicar hasta que nos duele la cabeza''... El policía detuvo a un sujeto que caminaba desnudo por la playa. "¿No le da vergüenza andar así? -le pregunta con severidad-. ¿Acaso no tiene familia?''. "-Sí tengo -responde el individuo-. Soy padre de 15 hijos''. Interviene un paseante. "-Entonces no hay razón para que lo detenga, oficial -dice al policía-. El señor anda en ropa de trabajo'' FIN.
