Lleno de alegría el joven ejecutivo le contó a su mamá que finalmente había encontrado a la muchacha de sus sueños. Se iba a casar con ella, y quería presentársela. "-Invítala a cenar hoy en la noche" -sugiere sin mucho entusiasmo la señora. Dice el hijo: "-Sólo para divertirnos traeré también a dos amigas suyas, a ver si puedes adivinar cuál de ellas es mi novia". En efecto, llegó el muchacho con tres hermosas chicas. Después de un rato de conversación le pide a su mamá que vaya con él a la cocina y le pregunta: "-Vamos a ver: ¿cuál de las tres es la mujer con la que tu hijo se va a casar?". Sin vacilar responde la señora: "-La del vestido rojo". "-¡Asombroso! -se queda estupefacto el hijo-. ¿Cómo supiste que es ella?". Responde la mamá: "-Es la que menos me gustó"... En el bar le dice un tipo a otro: "-Juguemos a las preguntas y respuestas. Yo te hago una pregunta: si la contestas con acierto te doy 50 pesos; si no sabes la respuesta tú me das 50 pesos". "-No me interesa" -manifiesta el otro. "-Te voy a mejorar la apuesta -insiste el tipo-. Si no puedes contestar a mi pregunta me das 50 pesos; si yo no puedo contestar a tu pregunta te doy 500 pesos". "-Así está mejor -acepta el otro-. Hazme la primera pregunta". Dice el que propuso la apuesta: "-¿Cuál es la capital de Ruanda?". El otro ni siquiera se molesta en pensar. Dice: "-No sé", saca de su cartera un billete de 50 pesos y se lo entrega al tipo. Declara éste: "-Es Kigali. Ahora venga tu pregunta". Dice el otro: "-¿Cuál es el animal que sube a una montaña caminando en cuatro patas y baja caminando en tres?". El tipo se aplica a pensar intensamente. Durante diez, quince minutos se exprime la sesera para encontrar la respuesta. No la halla, y finalmente se da por vencido. "-Me rindo -concede-. Ten tus 500 pesos. ¿Cuál es el animal que sube a una montaña caminando en cuatro patas y baja caminando en tres?". El amigo saca su cartera, le da otro billete de 50 pesos y luego se despide... Al PRD se le ve el fondo. Ese fondo es de violencia callejera, de algarada y desorden como métodos políticos. Hay versiones según las cuales gente del PRD estuvo atrás de los excesos que cometieron en el Congreso algunos que por no trabajar dan mucho trabajo. Fundadas o no, esas versiones se fortalecieron cuando el perredista Martí Batres se negó a unir su voz a la de los diputados que condenaron esas acciones, merecedoras de aquel viejo adjetivo: "bochornosas". El PRD lleva en su nombre la palabra "democrática". El ejercicio de la democracia, empero, excluye el uso de tácticas de presión que anulan el diálogo y suprimen la legalidad. Ahora bien: México no debe -ni puede- ser una nación bipartidista, como Estados Unidos. A más del PRI y el PAN el PRD ha de ser una opción valedera. Pero esa opción tiene que ser merecedora de confianza. Los perredistas se enajenarán la voluntad de los ciudadanos, y perderán valiosas oportunidades de servicio, si no se adaptan a los nuevos tiempos que viven el mundo y el país. Para eso deben olvidar su pasado de "movilizadores de masas", organizadores de manifestaciones y patrocinadores de desmadres en general... Platicaban tres individuos. Dice uno: "-Antes de hacer el amor con mi mujer pongo sobre ella pétalos de rosa y luego soplo suavemente para quitárselos. Eso la vuelve loca". Narra el segundo: "-Durante el acto de amor con mi mujer le canto al oído canciones de Sinatra. Eso la vuelve loca". Cuenta el tercero: "-Al terminar de hacer el amor con mi mujer me seco el sudor con las cortinas. Eso la vuelve loca"... FIN.