Aquella señora era cieguita, y sorda además como una tapia. Tenía un hijo gangosito. Un domingo fueron a misa. Llega el momento en que todos los fieles debían arrodillarse, y para señalar eso el acólito hace sonar la campanilla. Se arrodillaron todos, menos la señora, pues no oyó la señal ni vio hincarse a los demás. "-Señora -le dice un feligrés que estaba atrás-. Hínquese”. La señora, claro, no oye lo que le decía el hombre, y sigue de pie. "-Señora, hínquese” -repite el feligrés. Y nada. El señor entonces se dirige al niño y le dice: "-Niño, hinca a tu madre”. "-¡Y uté hingue a la juya, caón!”-replica furioso el gangosito... Don Astasio llegó a su casa cuando no se le esperaba. Entró en la recámara y vio una escena que lo dejó turulato: su joven esposa se hallaba tendida en el lecho, mientras en el centro de la habitación estaba un tipo sin nada de ropa encima. Antes de que el estupefacto marido pudiera articular palabra le dice el individuo: "-Qué bueno que llegó usted, señor. Soy el abogado del banco, y le estaba diciendo a su esposa que así como estoy yo lo vamos a dejar a usted si no nos paga el saldo de su tarjeta de crédito"... Un tipo sube al autobús. Algo le preocupaba, porque tan pronto sube pregunta al señor que iba a su lado: "-Perdone: ¿qué horas son?”. "-Las once diez” -responde el señor. Poco después el preocupado sujeto pregunta a otro pasajero: "-Dígame: ¿qué horas son?”. "-Las once cinco” -responde el otro, cuyo reloj atrasaba. "-¡Chin! -exclama el tipo poniéndose de pie para bajarse del camión-. ¡Voy en dirección contraria!”... En su pequeña tienda el abarrotero tenía una báscula donde las personas podían saber su peso depositando unas monedas. Entra una señora tremendamente gorda y pregunta al de la tienda: "-Disculpe usted, buen hombre: su báscula ¿funciona?”. "-Sí, señora -responde él-. Por favor no se vaya a subir”... Platicaban una moneda de 5 pesos y un billete de 500. Dice muy orgulloso el billete: "-¡Vieras qué bien me paso los domingos! Me llevan a restaurantes de lujo, a un palco en el futbol, a jugar al poker... ¡Voy a los mejores sitios!”. Responde muy triste la moneda de 5 pesos: "-¡Qué suerte tienes! En cambio a mí al único lugar que me llevan los domingos es a la iglesia”... Una muchacha relataba a sus amigas su experiencia de la noche anterior. "-Mi novio quería llevarme a su departamento, y yo no quería ir. Como discutimos mucho sin llegar a ningún acuerdo, decidimos dejar las cosas a la suerte. Echaríamos un volado: si salía águila me iría con él; si salía sello iríamos a pasear. Me fui con él a su departamento”. "-¿Salió águila?” -le preguntan-. "-Sí -responde la muchacha-. Y nada más tuvimos que tirar la moneda cinco veces”... El señor y la señora estaban comiendo en compañía de su hijito. De pronto el niño deja de comer y pregunta a su papá: "-Papi: ¿por qué cuando estás en la recámara con mi mamá oigo que la cama hace ‘chirrín chirrín’?”. El papá y la mamá se ponen colorados y nerviosamente se ven el uno al otro. El señor tose, y para ganar tiempo y pensar alguna respuesta le pregunta a su vez al pequeñín: "-¿Por qué me preguntas eso, hijito?”. Y responde el niño: "-Porque cuando tú estás en la recámara con mi mamá la cama hace chirrín chirrín´’, pero cuando está el vecino hace ‘!chas, cuarrás, pum, cuaz, bang, zas’...!”... FIN.