En dos entregas pondré "Los Doce Chistes Más Pelados del 2002''. Seis viene hoy; los otros seis mañana. Advertencia: en esta ocasión la columneja es sólo para adultos muy adultos. Diría yo que es "The Risqué, Risqué Column'' si no es porque hablar en inglés mezclado con francés es cosa muy de yuppies. Lectores mojigatos: absténganse de pasar los ojos por esos traviesos cuentecillos que no tienen más fin que aportar algo a las conversaciones de Fin de Año... Una muchacha de generosos atributos pectorales fue en busca del doctor. "-Me pasa algo muy raro -le dice-. Cuando me quito el brassiére mi busto, en vez de bajar, sube''. "-No es posible -manifiesta el galeno-. Eso sería contrario a la ley de la gravitación universal''. "-Sí es posible -afirma ella-. Mire''. Procede a despojarse de la citada prenda y, en efecto: su busto, en vez de bajar, sube, se eleva, se levanta, asciende, va hacia arriba. "-¿Lo ve, doctor? -inquiere la muchacha-. ¿Qué será esto?''. Replica desconcertado el médico: “-No sé que sea. Pero es contagioso.''... Don Geroncio, señor de edad madura, salió con una preciosa chica de 20 años. La belleza de la muchacha hizo que el carcamal recordara los ímpetus de la juventud, y dio a la asombrada chica una excelente demostración de amor. Espléndido foreplay, magnífico performance. Extasiada y satisfecha propone la muchacha: "-¿Nos vemos otra vez mañana?''. "-No, -responde exhausto don Geroncio, que estaba tan asombrado como ella-. Espérame unos tres meses, a ver qué te puedo juntar''... "-Papi -le pregunta Pepito a su papá-. ¿Qué es pene?''. El señor, con ruda franqueza, le contesta al tiempo que se bajaba el pantalón: "-Ya estás en edad de saberlo. Esto es un pene''. Poco después el papá oyó la conversación que sostenía su hijo con uno de sus amiguitos. "-Ya supe qué es un pene'' -dice Pepito. "-¿Qué es?'' -pregunta el otro niño con curiosidad. Pepito se baja el pantalón y responde: "-Es como éste, pero más chico''... Aquel señor había engordado mucho. Su médico le indica: "-Lo que usted necesita es hacer el amor todos los días. Así su peso bajará bien pronto''. Una semana después el doctor encuentra en la calle a su paciente. "-¿Cómo va el tratamiento?'' -le pregunta. "-¡Fantástico, doctor! -responde el tipo-. He hecho el amor todos los días. Primero con una vecinita muy linda que tengo; luego con una guapísima compañera de trabajo; y después con una muchacha preciosa que conocí en una fiesta''. "-No, no, no -lo interrumpe el facultativo-. Para que el tratamiento funcione debe usted hacer el amor con su esposa. Tiene que costarle trabajo''... Un soldado fue a la guerra, y una granada le voló las pompis. "-Podemos trasplantarle otras -le dice el cirujano-. Pero sólo tenemos unas de negro''. "-Póngamelas'' -pide el herido. Tiempo después el médico le pregunta: "-¿Cómo le ha ido con sus nuevas pompis?''. "-Perfectamente -contesta el hombre-. El trasplante funcionó muy bien. Claro, en las regaderas mis compañeros me hacen bromas acerca de mis pompis. Me las agarran; me dan golpecitos en ellas''. "-Y usted ¿qué hace?'' -le pregunta el doctor-. "-Nada -responde el soldado-. Al cabo que ni mías son''... Y para terminar, otro de Pepito. La publicación de este cuento fue motivo de escándalo en la Pía Sociedad de Sociedades Pías... Pepito estaba haciendo pipí cuando la tabla del excusado vino abajo y le cayó sobre la correspondiente parte. Lanza el chiquillo un grito de dolor y llega corriendo su mamá. Al ver lo que le había pasado a su hijo empieza a frotarle suavemente la partecita al tiempo que lo consolaba con los consabidos versos infantiles: “-Sana, sana, colita de rana...”. “-¡Nada de sana sana! –protesta Pepito con enojo-. ¡Besitos, como a mi papá!”... FIN.
