Al comenzar la noche de bodas el novio, con voz solemne, le pregunta a su flamante mujercita: "-Dime, Susiflor: ¿conservas aún la joya de tu virginidad?". "-Ya no -responde ella con sinceridad-. Pero traigo el estuche en que venía, y creo que te va a gustar"... Muy alarmada la señora llamó por teléfono a su esposo, que era médico especializado en traumatología. "-Mi mamá se luxó una pierna, le informa-. ¿La vendo?". Responde él: "-Si buena y sana no la quiere nadie, luxada menos te la van a comprar"... Había caído ya la noche, y Pinocho se disponía a pasar un rato ameno con Blancanieves. Pregunta ella: "-¿Qué horas son?". "-Las 9 de la mañana" -responde sin vacilar Pinocho. "-No es cierto -protesta Blancanieves-. ¿Por qué dices que son las 9 de la mañana, si ya es de noche?". Explica Pinocho: "-Hice un trato con mi hada madrina. Ahora cuando echo una mentira me crece otra cosa, ya no la nariz"... De pronto Babalucas corrió a poner en el estéreo el Jarabe Tapatío, y poniéndose las manos por detrás empezó a bailar con entusiasmo la danza nacional. "-¿Qué haces?" -le pregunta su esposa con asombro. "-Traigo mucha tos -contesta el badulaque-, y el doctor me dijo que a esta hora me echara un jarabe"... Doña Jodoncia llevó a su esposo Martiriano a un teatro de variedades. Salió un mago y pidió una voluntaria. Doña Jodoncia subió al foro. La metió en una jaula el ilusionista; cubrió el enrejado con un lienzo; pronunció una fórmula cabalística y luego quitó el lienzo. ¡Sorpresa! En vez de doña Jodoncia estaba en la jaula un espantoso cocodrilo. El público saludó con una ovación la hazaña del gran mago. "-Ahora -dice éste- desapareceré al cocodrilo y traeré de regreso a la señora". "-No se moleste usted -suplica don Martiriano desde su lugar-. Me llevo al cocodrilo"... ¿A qué se debe que haya subido de repente la cotización del dólar? No descarten mis cuatro lectores que el súbito fenómeno tenga su origen en el anuncio de la posible huelga en PEMEX. La República está sobresaltada, y han sido vanos todos mis esfuerzos por sedarla y volverla a la tranquilidad. Se les está enredando la pita a nuestros gobernantes, que han encendido lumbres por doquier y no saben ahora cómo sofocarlas. El estallamiento de una huelga en PEMEX traería consigo gravísimos daños para la Nación. En un dilema se encuentra la administración foxista: o arrostra las iras del líder petrolero o se hace de la vista gorda ante la comisión de actos ilícitos punibles. Entre Escila y Caribdis va la nave gubernamental, es decir, entre dos grandes peligros, ninguno de los cuales se puede evitar sin caer en el otro. Qué nervios... La empresa necesitaba un nuevo jefe de relaciones públicas, y el director entrevistó a varios candidatos. Uno de ellos parecía llenar todos los requisitos: tenía magnífica presentación y excelentes recomenda-ciones. Presentaba, sin embargo, un gran inconveniente: no podía decir dos palabras seguidas sin guiñar un ojo. Era desesperante aquel molesto tic. Así se lo dijo el director al aspirante. "-No hay problema, señor -responde éste-. Lo único que tengo que hacer para quitarme ese tic durante 8 horas es tomarme un par de aspirinas. Mire usted". Empieza a buscar en los bolsillos, para lo cual saca de ellos una caja de condones tras otra. Al fin, en el fondo, encuentra las aspirinas. Se las toma y, en efecto, el tic desaparece. "-Está bien -concede el director mirando las docenas de condones-. Sin embargo su vida sexual parece algo desordenada". "-De ninguna manera -dice el otro-. Soy un hombre felizmente casado. Pero ya sabe usted lo que sucede cuando llegas a una farmacia, pides unas aspirinas y luego guiñas el ojo"... FIN.
