El joven ingeniero presentaba examen para ocupar el cargo de controlador de tráfico ferroviario. Le dice el examinador: "-Van dos trenes en dirección contraria, a 120 kilómetros por hora y por la misma vía. ¿Qué haces?". "-Llamo a los maquinistas -contesta el joven- y les pido que se detengan para evitar la colisión". "-Los dos trenes están incomunicados" -opone el examinador. "-Entonces -dice el muchacho- llamo a los guardavías para que desvíen a uno de los trenes". "-No hay guardavías" -señala el examinador. "-Muy bien -dice el muchacho-. Entonces llamo a mi mamá". "-¿A tu mamá? -se sorprende el hombre-. ¿Para qué?". Explica el muchacho: "-Es que nunca ha visto un choque de trenes, y éste va a estar de poca madre". Como en el cuento, dos rápidas locomotoras avanzan una contra la otra por la misma vía. Una es la del Gobierno; la otra es la del sindicato petrolero. Si hay choque, también va a estar de poca madre. Sin embargo los líderes deben saber que la opinión nacional está con el Presidente Fox. Si hacen estallar la huelga recibirían la unánime condena del país. Si el PRI los apoya agotaría el escaso capital político que aún le queda, y de seguro perdería su mayoría en el Congreso en la próxima elección. Acierta Felipe Calderón: los mexicanos preferiríamos arrostrar los efectos de la huelga antes que permitir que México siga siendo botín -y ahora rehén- de algunos inmorales. En este caso el Presidente Fox cuenta con el aval, y con el respaldo, de la inmensa mayoría de los mexicanos... El muchacho llevó a la chica al asiento de atrás del automóvil, pero ella se opuso en principio a sus aviesas intenciones. Se entabló una lucha titánica: él tratando de consumar sus afán; ella oponiéndose con éxito. De pronto, en medio de las vueltas y revueltas del combate, ella le recomienda a su galán con agitada voz: "-¡Tuérceme el brazo por atrás, Libidio! ¡Tuérceme el brazo por atrás! ¡Con eso sí me rindo!”... Pepito les dice a sus amigos: "-Sueño en tener mucho dinero, como mi papá”. "-¿Tu papá tiene mucho dinero?” -le preguntan los amiguitos con admiración. "-No -responde Pepito-. Pero también sueña con tenerlo”... El rico ejecutivo le hace una proposición a su nueva, voluptuosa, exuberante y curvilínea secretaria. Responde ella muy seria: "-Mire, don Crésido: si es usted de los que creen que el dinero puede comprarlo todo, debo decirle que, al menos por lo que a mí se refiere, está usted completamente en lo cierto”... El señor se sintió enfermo en la oficina a media mañana, y decidió irse a su casa. Buscó al director de la compañía para pedirle su autorización, pero como no lo encontró se retiró sin más. Al llegar a su casa y subir a su recámara encontró a su esposa presa de inexplicable agitación. Sospechando lo peor el señor abrió la puerta del closet. ¡Sorpresa! Dentro estaba el jefe. "-Cornilio -le dice el ejecutivo al señor-. Si va usted a pedirme un aumento substancial de sueldo hable ahora o calle para siempre”... El actor de teatro, hombre ya maduro pero todavía gallardo y seductor, le propuso matrimonio a la linda muchacha. "-Yo aceptaría con gusto, don Ataulfo -responde ella-, pero mi mamá no quiere”. "-¿Por qué?” -pregunta el actor-. La chica se apena al aludir a la edad de su pretendiente: "-Dice mi mamá que usted podría ser mi padre”. Pregunta el otoñal galán: "-¿Cómo se llama ella?”. "-Mesalina Frineya -contesta la muchacha-. Fue actriz también”. "-La recuerdo -dice el actor-. Y tiene razón: yo podría ser tu padre. Y también cualquier hombre de aquellos tiempos”... FIN.
