Caprón, sujeto ruin, pasó a mejor vida. (Hasta los caprones pasan a mejor vida). Meses después uno de los hijitos de Caprón le preguntó a su madre: "-Mami: mi papi ¿está en la gloria?". "-Está en el Cielo, hijito -respondió la viuda-. La que está en la gloria soy yo"... Al padre Arsilio le gustaba con pasión el golf. Un sábado debía oír las confesiones de los fieles, pero la mañana era radiante, y don Arsilio pensó que Diosito no podía haber hecho una mañana así más que para jugar al golf. Así, buscó a su vicario cooperador y le pidió que ocupara el confesionario en su lugar, pues él se sentía enfermo. Acto seguido se escurrió por la parte trasera de la casa parroquial y se dirigió muy contento al club en su automóvil. Allá arriba, en el Cielo, San Pedro meneó la cabeza con disgusto y le fue con el chisme al Padre Eterno: he aquí que el curita ése, don Arsilio, descuidaba sus deberes de pastor por ir tras una pelotita. "-Señor: ¿dejarás eso sin castigo?" -preguntó con severidad el portero celestial. "-De ninguna manera -respondió el Padre-. Le aplicaré el mayor castigo que puede recibir". En ese preciso instante el padre Arsilio se dispuso a comenzar su juego. Estaba feliz, pues era muy temprano y nadie había llegado aún al club: tenía el campo para él solo. Hizo su primer tiro y ¡oh maravilla! la pelotita describió una perfecta curva y fue a caer, de aire, en el hoyo. ¡Hole in one! ¡Y el hoyo era de 420 yardas! San Pedro se enojó mucho. "-¿Cómo es eso, Señor? -pregunta airado-. ¿Así castigas al padre Arsilio, permitiéndole hacer un hoyo en uno, la máxima hazaña de un golfista, en el hoyo más difícil en todos los clubes del país?". El Señor se sonríe. Contesta: "-¿Y quién se lo va a creer?"... Le dice el paciente a su siquiatra: "-Muchas gracias, doctor, por haberme curado la neurosis de doble personalidad que padecía. Ahora nos sentimos mucho mejor"... La frigidez, dijo alguien, es el cuento de nunca acabar. Inepcio se quejaba de frigidez en su esposa. "-Haz lo que yo -le aconseja un compadre-. Cuando le hagas el amor cántale al oído la canción 'Strangers in the nigh'. Eso las vuelve locas". Aquella misma noche Inepcio puso en práctica el consejo. Apenas había comenzado a entonar la clásica balada cuando le dice la señora: "-El compadre la canta mejor"... El PRI anda todavía apindejado por la derrota del 2 de julio. No de otro modo se pueden explicar los desatinos en que incurren los priistas, como ése mayúsculo de condenar a Zedillo por las opiniones que vertió en favor de Fox. Hay quienes hablan de expulsar del partido al ex Presidente como castigo por sus opiniones. Actitudes así sólo se vieron en tiempos del comunismo estaliniano; corresponden a totalitarismos anacrónicos como el que tiraniza a Cuba. ¿O qué la pertenencia a un partido significa hacer renuncia a la libertad de pensar y de manifestar el pensamiento? Contesten esa pregunta los priistas. Y esta otra: ¿cuál es la capital de Dakota del Sur?... Solsticia Sinpitier, madura señorita soltera, entabló conversación en el bar de conocido hotel con un guapo muchacho. "-Toda mi vida -le dice- he deseado hallar un hombre que me haga sentir mujer". Después de un par de copas el apuesto galán la invita a ir a su cuarto. Solsticia aceptó de mil amores. De dos mil más bien, así era de vehemente su deseo. Llegados a la habitación el joven clava en ella una mirada penetrante -for starts- y le pregunta con insinuante voz: "-¿De veras quieres que te haga sentir mujer?". "-¡Sí, sí!" -exclama ella con urente afán. "-Muy bien -dice el muchacho-. Plánchame esta camisa"... FIN.
