El niño se queja con su madre: "-Dicen que me parezco a Fox". "-¿Quienes te dicen eso?" -inquiere la mamá. Responde el pequeño con voz grave señalando a unos chamacos que jugaban cerca: "-Esos maravillosos chiquillos y chiquillas"... (Este niño me hizo recordar a Rosilita. Cierto día le informó a la maestra: "-Unos niños del salón me dicen 'La sobrecargo'". "-¿Quiénes te llaman así?" -pregunta con enojo la maestra. La niña hace con brazos y manos los típicos ademanes con que las azafatas señalan la localización de las puertas de emergencia en la cabina del avión y luego dice: "-Dos al frente, dos en medio y dos en la parte posterior)... La Universidad de Coahuila, mi Estado, ha iniciado una plausible empresa editorial. Reunirá en veinticuatro volúmenes la obra de los mejores escritores coahuilenses del siglo XX. Los tres primeros títulos aparecieron ya, con sendas antologías de Artemio de Valle-Arizpe, Julio Torri y Enriqueta Ochoa. Su presentación fue hecha por Emmanuel Carballo. Escucharlo fue disfrutar su erudición, su sensibilidad crítica, su fina amenidad. Llamó a don Artemio "franciscano voluptuoso", y dijo que el autor de "La Güera Rodríguez" gustaba de relatar "hechos caedizos". Me gustó ese adjetivo, "caedizo", apto lo mismo para las letras que para la vida. Calificó a Julio Torri de genial, y declaró que su "Circe", brevísimo texto construido con escasos renglones, puede contar entre lo más acabalado de la literatura. Su descripción de la vida y obra de Enriqueta Ochoa fue una amorosa descripción. En los años cuarentas del pasado siglo Carballo descubrió -en el sentido de hallar y en el sentido también de revelar- a Ochoa, una de las más altas voces poéticas de nuestro tiempo, viva aún, y vívida, para fortuna nuestra. A mí las palabras me dicen mucho. Con agradecida admiración recogí las que el maestro dijo con tanta maestría sobre los escritores de mi tierra. Merece aplauso la Universidad, y lo merece su joven rector, Jesús Ochoa Galindo, por enriquecer el acervo de Coahuila con las páginas mejores de sus mejores hombres y mujeres... Pregunta el cliente: "-¿Tiene el libro 'Cómo combatir la fatiga'?". Responde el librero: "-Está agotado"... "En esa novela los buenos acaban bien y los malos acaban mal. Claro, es una obra de ficción". Óscar Wilde... Anuncia Pepito con orgullo: "-Terminé de escribir mi primer libro, y lo vendí inmediatamente". "-¿Cómo se llama el libro?" -le pregunta sonriendo uno de sus tíos. Responde el niño: "-Se llama: 'Lo que hace mi mamá cuando mi papá anda de viaje'". "-Y ¿a quién se lo vendiste?" -pregunta otro. Contesta Pepito: "-A mi mamá"... "Cualquiera puede escribir una novela en seis semanas si le dan pluma y papel y le quitan teléfono y esposa". Evelyn Waugh... Dos individuos veían la portada de un volumen en el escaparate de la librería. El título de la obra era "Las 100 mejores posiciones". "-No compres ese libro -le aconseja uno de los tipos al otro-. Es de ajedrez"... "-En la misma forma que una mujer se hace prostituta. Empecé para darme gusto yo mismo; después para dar gusto a mis amigos, y finalmente acabé haciéndolo por dinero". Ferenc Molnar, a un entrevistador que le preguntó cómo se había hecho escritor... Bustolina Grandchichier, vedette de moda, le dice a don Crésido, su dineroso galán de turno: "-Estoy escribiendo mis memorias. De ti depende aparecer en ellas con tu nombre o simplemente referido como 'X'"... "-No. Con ella he hecho muchas otras cosas". James Joyce, cuando una admiradora le preguntó si podía besar la mano que había escrito "Ulysses"... FIN.
