Para los pocos afortunados que se hacen esta pregunta, hay muchas recompensas. El problema es que hay muy pocos individuos, que no importa qué les haya ocurrido o cuáles eventos los hayan sacudido, no hacen preguntas sobre su existencia. Pero si nos preguntamos de qué se trata la vida, entonces vamos a aprender a estar en paz con nosotros mismos, a separar lo real de lo imaginario, de lo aparente; vamos a despertar de nuestro sueño psíquico. A partir de hoy, de este momento, nos podemos hacer la pregunta, y la herramienta clave para la respuesta constante es la auto-observación. Descubriremos que no hay nada más delicioso que estar en control de nuestra mente, en lugar del caos.