SAN LUIS, E.U.- Esta no era la forma en que se suponía que acabase la campaña de ensueño de los Cardenales de San Luis.
Luciendo parches en ambas mangas en homenaje a su fallecido compañero Darryl Kyle y el difunto cronista televisivo Jack Buck, los Cardenales persistieron para llevarse el cetro en la división central de la Liga Nacional, y barrieron a los Diamondbacks de Arizona en la primera ronda de los playoffs.
Con el pequeño hijo de Kyle, Kannon, sentado en la banca, los Cardenales parecían destinados al triunfo. Tenían mucho por lo que jugar, y lo más difícil parecía haber quedado atrás. Después de todo, ya habían superado a Randy Johnson y Curt Schilling.
Pero todo se desplomó en la serie de campeonato de la liga. Los intangibles tampoco ayudaron y los Gigantes de San Francisco eliminaron a San Luis en cinco juegos.
"No importa lo mucho que queramos seguir jugando, se acabó", dijo el catcher Mike Matheny. "Nos quedamos cortos. Pasar de la primera ronda es bueno, pero ese no era nuestro objetivo".
Los Cardenales batearon .278 con corredores en posición de anotar en la campaña regular, pero fallaron a la hora buena una y otra vez en la serie de campeonato, yéndose de 39-3. Sin bateo oportuno, San Luis perdió un par de juegos por una carrera.
Unos cuantos hits más por parte de Albert Pujols, Jim Edmonds, el colombiano Edgar Rentería y Tino Martínez, dejado en la banca en el último partido tras irse de 25-2 en la postemporada, y los Cardenales pudieran estar aún en la pelea. Tras la derrota de 2-1 el lunes en el quinto juego, hubo más expresiones anonadadas en los vestidores.
"Estoy aturdido", dijo Edmonds. "Este es un grupo muy bueno y un equipo especial y una ciudad especial. La gente nos apoyó y tratamos de darlo todo, pero simplemente nos quedamos cortos".
El manager Tony LaRussa no vio consuelo alguno en el buen final del equipo en la campaña regular, ni en la impresionante primera ronda de los playoffs. Lo que vio en la serie de campeonato fue un equipo que jugó por debajo de sus posibilidades.
"Ellos simplemente jugaron mejor que nosotros", dijo LaRussa. "Como quiera que se le vea, la postemporada fue un fracaso. Fracasamos".
Cuando no fue una cosa, fue la otra.
En el primer juego, Matt Morris se desplomó. En el segundo, la ofensiva fue maniatada por Jason Schmidt. En el cuarto juego, el bullpen permitió dos hits claves. Y en el quinto, desperdiciaron una dominante actuación de Morris, yéndose de 8-0 con corredores en posición de anotar.
Algunos Cardenales piensan que las cosas pudieron haber sido diferentes sin la lesión del antesalista Scott Rolen, un factor importante en el ataque del equipo. Pero, como LaRussa apunta, el sustituto de Rolen, el venezolano Miguel Cairo, bateó de 17-9 y tuvo el hit decisivo en el segundo juego de la serie de primera ronda.
Los jugadores están optimistas para el futuro, esperando que el equipo quede prácticamente intacto.
Pero nada de eso es importante para LaRussa por ahora.
"No quiero confundir a nadie: Nuestro objetivo no era la postemporada, nuestro objetivo era ir a la Serie Mundial y ganar".