De entrada me referiré al primer debate que se dio aquí en Torreón entre los candidatos a la presidencia municipal de Torreón Coahuila de los partidos con mayor representatividad electoral de nuestro distrito electoral, lo digo así de escueto, porque la invitación se corrió de esa manera, aunque, suene algo discriminatorio como lo dejó entrever la candidata del Partido Revolucionario Institucional quien olímpicamente se negó a participar y por Consecuencia no debatió.
Aclaro el hecho de que fue el primero, pero no el único ni el último. El centro Empresarial de la Laguna S.P. tiene esquematizado otro para el próximo día 21 de Septiembre en las flamantes instalaciones del Instituto Tecnológico de Monterrey Plantel Laguna esperemos que para éste segundo sí tengamos la presencia de la candidata por el Partido Revolucionario Institucional.
El desempleo y los diálogos del primero seguramente los leyó Ud. Con atención en la Publicación de éste mismo diario del día 31 de Agosto próximo pasado al que me remito en obvio de repeticiones.
Mi análisis en ésta ocasión va encaminado hacia otros menesteres, en primer lugar sería el propósito o motivo de la invitación: Un debate entendiendo por ello, una contienda, una batalla, una lucha, comparada ésta definición con la de debatir que significa un altercar, un contener, un discutir, o un disputar sobre una cosa, caso particular la cosa es la cosa pública. De ésta manera se nos invitaba para presenciar y de a gratis una contienda de debatir en donde los protagonistas debieran de altercar o contender. En un debatir y más los que no son sobre la res pública es muy difícil que se dé un empate máxime que se tenía contemplado tres contendientes o luchadores. Los escenarios en consecuencia podrían ser ganar o perder, ganar, ganar todos a lo que lo mismo ganar, ganar, o perder todos.
Los debates en su venir histórico han aceptado especies, tanto los debates a muerte como los debates en buena lid sin que implique aniquilación alguna entre los contendientes. Entre los espectadores pudiera ser que la óptica sea diferente, algunos les gusta asistir para ver mole y a otros le gustaría asistir sin la expectativa del mole y los más civilizados les gustaría a una confrontación intelectual libre de mole, razonada, pura y limpia donde los contendientes enfrentaran sus intelectos teniendo como armas su léxico, sus ideas, sus pensamientos, sus ideologías, sus preceptos, sus principios, sus valores, sus conceptos, sus ideas, sus mensajes, sus propuestas, sus pensamientos, sus razonamientos, sus síntesis, sus plataformas, y sus experiencias.
En segundo término y no por ello no menos importante de éste análisis no tiene que ver no con el lenguaje verbal ahí vertido, sino, con el lenguaje corporal ahí ejercido, que tanta o más importancia tiene sobre el lenguaje verbal, entendiendo esto como último como parte de la comunicación a través de docenas de gestos, movimientos oculares, cambios de posturas y expresiones faciales, de las que en muchas ocasiones, no nos damos cuenta porque las usamos inconscientemente.
Empezamos con el contacto ocular, proceso cotidiano de comunicación (face to face) que en el caso que nos ocurra en muy contadas ocasiones les dio a la manera de mirada mutua o contacto visual entre los candidatos.
Me dio la sensación, que el candidato del PRD se sintió observado por los asistentes, lo que debilitó su autoconfianza y al no tener l palabra sonreía a veces asintiendo lo que no es muy común cuando se discuten asuntos difíciles. En cuanto a la expresión facial, el candidato del PRD mostraba la clásica del desinterés y de aversión, el del PAN la de interés y la de alegría. Por lo que a movimientos de cabeza toca, estos se usan como marcador del diálogo para indicar admisión. A esto se le denomina ?eco gestual? En el debate que se viene analizando fueron más y más repetidos los del candidato del PRD que los del PAN lo que demuestra actitud de mayor ansiedad y carencia de autocontrol. En varias ocasiones el candidato del PRD echaba la cabeza hacia delante de los hombros lo que se estila como signo de amenaza al contrario. En discursos agresivos un político puede utilizar pequeños pero pronunciados movimientos ascendentes de la cabeza para añadir énfasis a ciertas palabras o frases. Vamos a final de cuentas y si a Ud., le tocó ver el debate coincidirá conmigo en que sí hubo ganador por lo que a lenguaje corporal se refiere y no digo más.
Piense asertivamente y acertará.