Ajenos al dolor que a millones de campesinos y productores del campo pueda causar la entrada del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo ex presidentes y orgullo de los priistas, se dijeron hasta de lo que se iban a morir, culpándose y excusándose del famoso Tratado de Libre Comercio. Después para festejar ¿qué? en el lujoso hotel Willard de Washington D.C. se reunieron George Bush ex presidente de los E.U.A., Brian Mulroney ex ministro de Canadá y Carlos Salinas de Gortari ex mandatario de México, tres personajes precursores y padrastros del dichoso tratado, cuando apenas cumple diez años de su firma y que entre otras cosas, sacaría de la crisis al país.
Si con Luis Echeverría fue el inicio de la gran corrupción, con López Portillo fue el esplendor del nepotismo, con Miguel de La Madrid se oscureció el panorama, con devaluaciones al por mayor, Carlos Salinas viene a dar la estocada al país con un cabildeo bien orquestado llamado Tratado de Libre Comercio y de paso entrar al grupo del neoliberalismo, es decir según el presidente en ese entonces (1992) Salinas, sus secuaces Serra Puche, José Córdoba, Pedro Aspe Armella, Guillermo Ortiz y company, México pasaba a ser -por decreto- un país del primer mundo, dejando atrás y sepultando con dicho tratado el título de tercermundista. El presidente Zedillo, emergente en el cargo por el asesinato de Colosio, siguiendo las reglas de su partido, el PRI y obedeciendo mansamente a los monopolios del poder, nada hace por preparar cuando menos un plan para enfrentar la próxima entrada de la máquina arrolladora de los gringos y canadienses que será el TLC, sobre todo a los grupos más desprotegidos.
Zedillo sume al país en un oscurantismo más gris que una noche boreal en el polo norte y sólo continúa con el populismo que inició Luis Echeverría en el año de 1970 y Zedillo, gracias a su falta de carácter dio paso al cambio de siglas PAN en el poder. Jamás se tocó el tema de la entrada del TLC en el campo sólo mercancía de contrabando, vehículos “chocolates”, comida chatarra o carne congelada con muchos años en bodegas, etc, los subsidios al campo seguían -siguen siendo- mejorales, aspirinas, es decir un Procampo a destiempo, kilo por kilo, becas para hijos de campesinos, programas de Sedesol, el ahora llamado Oportunidades y alguna otra cosa, sin mayor trascendencia. Los motivos saltan a la vista, la lana destinada para el campo llegó a cuentagotas, la mayoría de este dinero se quedó en la bolsa de los líderes y la burocracia que impera en las secretarías inherentes al agro, un gobierno y líderes desarticulados con la producción y la observancia del campo, a ellos líderes y secretarios sólo les interesó el ocupar puestos y llevarse la parte del león de la partida destinada al sector agropecuario, si no es verdad, ahí está el resultado y más de 70 años de corrupción os contemplan.
La entrada de productos cárnicos está a la vuelta de la esquina ¿pero esto siempre se ha dado, o no?, desde luego que sí; por citar un ejemplo, Monterrey, Nuevo León, desde hace más de 20 años ya pasan, convoys de tráileres cargados de “fajitas” “arracheras”, menudo, lonja de cerdo, getas de res para barbacoa y toneladas de vísceras, piernas y muslos de pollo, de la leche en polvo, tal vez Raúl Salinas, hermano de Carlitos, sepa algo. Amén de gran cantidad de carne de ovinos, en pie y en canal, ¿entonces? El campesino de México es uno de los grupos más nobles, a la vez que manejables, hablo del verdadero trabajador del campo, del que se han aprovechado los cientos de gobiernos y los miles de líderes, que sólo los manipularon para escalar escaños y llenar la cartera de billetes, otro ejemplo es la quiebra del Banrural, conocido en La Laguna como BANDIDAL, testigo mudo de la corrupción en los años del algodón lagunero, desde los jefes de campo, hasta los cajeros de esta institución robaban a manos llenas, nunca se castigó a los culpables.
Los líderes anteriores a Heladio Ramírez actual jefe de la CNC, dónde estaban cuando se firmó el TLC, dónde la bancada del PRI que en ese entonces, apenas hace diez años aplaudió a rabiar a su orgullo Carlos Salinas y ahora esos mismos políticos se rasgan las vestiduras defendiendo algo indefendible. El campesino mexicano, antes y después de la Revolución del siglo pasado (1910-1920) ha estado empobrecido y sólo fue usado como voto cautivo con promesas incumplidas desde Zapata hasta la fecha (con centrales manipuladas por el Estado), ahora que se les salió del cuadro y los inefables líderes fueron rebasados ya existen aproximadamente 34 organizaciones entre centrales y agrupaciones campesinas, desde la corporativista y corrupta CNC, la CCI, FCN, hasta el llamado Barzón, que no respeta bandera ni partidos, mucho menos H. Recintos Legislativos.
El Blindaje Agropecuario que tanto pregona Fox, parece ser sólo una perorata más del discurso jacobino, con que tratan de manejar el campo, cuando la tierra necesita tecnología, sustentos y que su gente sea educada, cosa difícil porque en el campo hay miseria y con hambre las letras no entran y mientras exista burocracia en las personas que llevan las riendas de la producción agropecuaria, la improductividad seguirá campante en el agro mexicano. Ahora entrarán productos derivados de los animales, pero dentro de pocos años seguirán las oleaginosas y las gramíneas, granos y semillas y pasará lo mismo, muchos alzarán la voz, el maldecir el famoso tratado lo harán otros, sólo los líderes y políticos como las avestruces esconderán la cabeza, cosa que siempre hacen ante los grandes problemas nacionales.
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