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RAMALLAH, Cisjordania.- El ministro del Interior palestino llamó a su pueblo a poner fin a la violencia contra los israelíes y pidió pasar el levantamiento por un Estado independiente a una acción de resistencia civil.
“Todas las formas de violencia palestina deben terminar”, dijo en una entrevista el ministro Abdel Razzak al-Yahya, quien está revisando junto con Estados Unidos las reformas de seguridad que Washington ha exigido al líder palestino, Yasser Arafat.
“Todos los actos de resistencia que se caracterizan por la violencia, como es el uso de armas o incluso piedras (...) son dañinos. Hago un llamado para que se utilice la resistencia civil en el marco de nuestra lucha política”, dijo.
Yahya reiteró así un llamado que hizo la semana pasada durante una entrevistas con un diario israelí, cuando dijo que los ataques suicidas palestinos contra israelíes deben terminar.
En la entrevista, Yahya dijo que estos actos de violencia perjudican la causa palestina, en el marco de la cual se inició hace casi dos años un levantamiento contra la ocupación israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza.
El grupo extremista palestino Hamas, que se ha responsabilizado por la muerte de decenas de israelíes en ataques suicidas, ha rechazado los llamados de Yahya.
El funcionario admitió que la Autoridad Palestina está enfrentando “grandes dificultades para retomar el control y la seguridad” en las áreas bajo gobierno palestino.
En el contexto de la creciente violencia en la región, los palestinos restaron el lunes importancia a los planes israelíes de investigar las muertes de civiles palestinos, calificándolos de una estratagema que no conduciría a nada.
En otro frente, la guerrilla del Hizbollah en el Líbano dijo que disparó fuego antiaéreo contra varios aviones de guerra israelíes que ingresaron al espacio aéreo libanés.
Ningún avión fue alcanzado por los disparos.
El ministro israelí de Defensa, Binyamin Ben-Eliezer, ordenó investigar las operaciones que dejaron 11 palestinos muertos este fin de semana, entre ellos dos niños, en un ataque con helicóptero, y que reavivaron las críticas a las tácticas usadas para combatir el levantamiento palestino.
Las muertes, que Arafat calificó de “matanzas”, provocaron que el presidente israelí, Moshe Katzav, pidiera investigar las acusaciones de que el ejército tiene el “gatillo fácil”.
Arafat acusó a Israel de tratar de sabotear las medidas acordadas para poner fin a 23 meses de derramamiento de sangre.
Las muertes han opacado las posibilidades de nuevas conversaciones entre israelíes y palestinos orientadas a conseguir una tregua gradual.
El grupo militante islámico Hamas prometió vengarse.
Manteniendo las críticas el lunes, el funcionario palestino de alto rango Saeb Erekat pronosticó que la investigación israelí no produciría resultado alguno.
“Los llamamientos de investigación están dirigidos al consumo de la prensa, porque nunca escuchamos resultado alguno de estos paneles creados tras la muerte de civiles palestinos”, dijo Erekat a Reuters.
“Consideramos al gobierno israelí plenamente responsable por estos crímenes y este derramamiento de sangre”, agregó.
Pero el ministro israelí de Transporte, Ephraim Sneh, miembro del centroizquierdista Partido Laborista, dijo que era necesario hacer un “examen profundo” para no dañar la imagen del ejército.
“No debe existir la impresión de indiferencia hacia la vida humana. Herir a los culpables hiere al terrorismo, pero herir a los inocentes aumenta el terrorismo”, dijo a Radio Ejército.
En una aparente respuesta a la presión local, Ben-Eliezer ordenó el domingo que se lleve a cabo una investigación encabezada por un mayor general y dio al equipo hasta el viernes para presentar recomendaciones “para prevenir la recurrencia de tales accidentes desafortunados”.
TENSIONES AUMENTAN EN FRONTERA NORTE
Las críticas dentro y fuera del país a las operaciones del ejército contra militantes palestinos han aumentado desde que un ataque contra un alto dirigente de Hamas mató el 23 de julio a 14 civiles, incluyendo nueve niños, en la ciudad de Gaza.
El ejército israelí, que ha negado reiteradamente los ataques deliberados contra civiles, dijo que el incidente se debió a una falla de inteligencia.
Mientras Israel consideraba sus acciones militares en Cisjordania y la Franja de Gaza, las tensiones subieron de tono nuevamente en su frontera norte con el Líbano.
“La unidad de defensa aérea de la Resistencia Islámica (...) enfrentó a aviones de guerra israelíes que violaron el espacio aéreo libanés sobre el sector occidental al sur de Líbano”, dijo Hizbollah en un comunicado.
Tropas israelíes, mientras tanto, mataron a tiros a cuatro palestinos cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón. Testigos palestinos dijeron que los soldados se llevaron a los hombres, dos de ellos hermanos, de la cantera donde trabajaban, después de lo cual se escucharon disparos.
Sin embargo, una fuente de seguridad palestina dijo que los soldados abrieron fuego cuando los hombres cruzaron después de la medianoche la cerca de un área rural administrada por colonos judíos. En el pasado, militantes palestinos han colocado bombas a orillas de la carretera en esa área.
“Las armas halladas en el lugar —un hacha, un cuchillo y unos garrotes— nos llevan a la conclusión de que éste era el caso de un ataque planificado”, dijo la fuente.
Un ataque con helicóptero en la aldea cisjordana de Tubas el sábado ya había provocado un debate en Israel en torno a la política de “autodefensa” contra los militantes responsables de ataques que han causado la muerte de israelíes, muchos de ellos civiles.
Uno de los misiles mató a un militante palestino vinculado con el movimiento Fatah, al que pertenece Arafat, y a dos adolescentes de 15 años que lo acompañaban en un vehículo.
Un segundo misil impactó una casa cercana, matando un niño de nueve años y a una niña de 10, e hiriendo a otras siete personas.
Al menos 1.530 palestinos y 589 israelíes han muerto desde septiembre del 2000, tras el estancamiento de las conversaciones de paz.