CINCINNATI, OHIO.- El estadio Riverfront, en el que Hank Aaron eclipsó el récord de jonrones de Babe Ruth y Pete Rose derribó la marca de más hits de Ty Cobb, fue demolido ayer.
Con solamente oprimir un botón, 578 kilos de dinamita y nitroglicerina (1.275 libras) provocaron una serie sistemática de explosiones alrededor de la estructura que colapsó en lo que fue el terreno de juego.
Cuadrillas de trabajadores habían removido días antes el sistema de alumbrado, los asientos y otras instalaciones del estadio, cuyo primer nombre fue Riverfront Stadium y luego pasó a ser conocido como el Cinergy Field.
Varias miles de personas se congregaron en el cercano estadio Paul Brown, actual sede de los Bengalíes de Cincinnati de la NFL, para observar la demolición.
Sólo quedó en pie una parte del muro de los jardines del Riverfront con el fin de evitar daños en el colindante estadio Great American Ball Park, que será el hogar de los Rojos en la temporada de 2003 y cuya construcción costó 280 millones de dólares.
El Riverfront fue inaugurado en 1970. Ese mismo año los Rojos disputaron la Serie Mundial, que perdieron ante los Orioles de Baltimore.
Con Rose, Tony Pérez, Joe Morgan y Johnny Bench en su alineación, la Gran Maquinaria Roja se alzó con títulos consecutivos en 1975 y 1976. Los Rojos también se alzaron campeones en 1990.