FRANCISCO I. MADERO, COAH.- María Guadalupe Varela Silva, ex trabajadora de una empresa maquiladora, que se encuentra en el ejido Jaboncillo, presentó su queja ante las autoridades laborales en el caso, ya que según dice la despidieron injustamente.
La obrera de dicha empresa declaró, que el día 30 de agosto llegó a su trabajo 5 minutos tarde a causa de que tuvo que llevar a su hijo al doctor, pero al tratar de ingresar a la fábrica de muy malos modos la detuvieron en la caseta de entrada, explicando por teléfono al jefe de Recursos Humanos la causa de su tardanza, el cual de la misma forma le negó la entrada.
Después de un largo diálogo, el jefe de Recursos Humanos de la planta, le indicó que se regresara por el certificado médico para justificar la tardanza, la joven trabajadora lo obedeció recorriendo un poco más de dos kilómetros de ida y dos de regreso a su domicilio, por dicho documento, el cual no se le tomó en cuenta, pues tampoco la dejaron entrar a su trabajo.
En el transcurso de cerca de 4 horas que la mantuvieron en las afueras de la fábrica, se percató de una joven quien llegó una hora tarde y de inmediato la dejaron pasar, pero antes María Guadalupe la abordó para preguntarle el motivo de su tardanza y advertirle que no la iban a dejar entrar, por lo que ésta le contestó que había llegado tarde porque se le reventó una sandalia y se regresó por otro par de zapatos.
La obrera afectada muy molesta se comunicó por el teléfono de la caseta de la empresa con el funcionario de la misma, para reclamarle el por qué a otra persona sí la dejaban pasar una hora tarde y por un motivo de tardanza menos importante que el de la salud de una persona, contestándole éste de mala gana e indicándole que estaba despedida.
Una semana antes de dicho incidente, le comunicaron que se le iba a pagar su semana de trabajo, la cantidad de 64 pesos, cuando le correspondían de 500 a 600 pesos, por lo que de inmediato preguntó la razón, ya que según la afectada, no había faltado ni llegado tarde en el transcurso de esa semana, queriendo obligarla el licenciado de Recursos Humanos a que firmara un acuerdo en el que se conformaba con dicha cantidad, a lo que la joven no aceptó.
María Guadalupe Varela Silva presentó su queja después de que le comunicaron que por los tres años y medio de antigüedad en dicha maquiladora se le iba a indemnizar con la cantidad de mil 800 pesos, a sabiendas que dicha cantidad es poca para lo que en realidad le corresponde.
Además del caso de María Guadalupe, ya se han presentado otros tres casos parecidos y los cuales están en la misma situación sobre la indemnización, por lo que se expresa que es un abuso por parte de los directivos de la planta maquiladora, el que no les quieran pagar lo que les corresponde.