TORREÓN, COAH.- Aprovechando su puesto como funcionaria de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE), María Guadalupe Valenzuela Cepeda, agente del Ministerio Público de lo Familiar y Discapacitados, por ministerio de Ley, intenta que una denuncia penal por robo en su contra, no tenga validez. En tanto, ella hostiga a sus denunciantes hasta el lugar de su residencia, en Cuencamé, Dgo., acompañada de agentes ministeriales de Coahuila.
Lo anterior fue manifestado por Virginia Favela González y su abogado José Ángel Vázquez Jáquez, quienes aseguraron que en todo momento han visto sus esfuerzos obstaculizados en la PGJE, Delegación Laguna I, pues su denuncia por robo en contra de la citada funcionaria, no ha prosperado y sin embargo, la que interpuso Valenzuela Cepeda en contra de la Favela González, se agilizó y en poco tiempo logró una orden de aprehensión.
Virginia comentó que todo empezó cuando su esposo Miguel Ángel Machado Rosales, le vendió un automóvil Chevrolet Cavalier, 1996, No. de motor TS122195, No. de serie 3G1JX144TS122195, a María Guadalupe, quien hizo entrega de 24 mil pesos en efectivo y firmó un pagaré con fecha 7 de enero de 1999, por la cantidad de 50 mil pesos. Entonces no era funcionaria de la PGJE.
Confiando en su honorabilidad y además por contar con el documento firmado, se le hizo entrega tanto del vehículo como de la factura, ya que la compradora se comprometió a liquidar el adeudo en un plazo de 10 días, o sea el 17 de enero de ese mismo año, según consta copia en poder de El Siglo de Torreón.
Luego de un largo tiempo que los trajo con vueltas y mentiras, finalmente les dijo que no les iba a pagar y que le hicieran como quisieran, pues ella tenía influencias y nada le harían, lo que demostró después cuando ganó el juicio mercantil interpuesto en su contra.
Sin embargo, refiere Virginia que se recurrió al amparo y lo perdió María Guadalupe, por lo que la resolución del juez fue que se embargara al vehículo en cuestión y la demandada liquidara el pagaré que firmó, por lo que así se pudo recuperar el auto Cavalier.
Pensando que las cosas se habían solucionado, el vehículo se trasladó a Cuencamé, Dgo., donde Machado Rosales quedó como depositario judicial, pero en ese lapso, Valenzuela Cepeda interpuso una denuncia en contra de Favela González y su esposo, acusándolos de uso indebido del auto, integrándole de manera expedita y con datos apócrifos una averiguación previa con la que prontamente obtuvo una orden de aprehensión girada por el juez tercero penal.
Como en el lugar donde fue depositado el Cavalier se realizaban labores de remodelación, de nueva cuenta se trasladó a esta ciudad donde se ubicó en la casa de María de Jesús Gallegos Ramírez, sito en calle Cabo San Agustín No. 915 de la colonia Nueva California, de donde aprovechando un descuido de esa persona, Hermilo Mendoza Gurrola, abogado de Valenzuela Cepeda, con un duplicado de las llaves se llevó el automóvil, argumentando que eran órdenes de su defendida.
La quejosa manifestó que además de lo anterior, se presenta Ernesto Avitia González, para reclamar la unidad automotriz, portando para ello la factura con el endoso de María Guadalupe Valenzuela Cepeda, quien para asegurar más la propiedad del mueble acude al Registro de Control Vehicular para plaquearlo. Todo esto poco después que recuperó el auto mediante el robo, subrayó.
Hasta el momento, la denuncia no ha prosperado, pues el coordinador de Asuntos Especiales, José Luis Ramírez Hernández, argumenta tecnicismos que favorecen a su compañera de trabajo en la PGJE.
Faltan elementos
José Luis Ramírez Hernández, coordinador de Asuntos Especiales de la Delegación Laguna I de la PGJE, reconoció que sí existe una denuncia penal por el delito de robo en contra de María Guadalupe Valenzuela Cepeda y Hermilo Mendoza Gurrola, la primera, funcionaria de esa dependencia.
Sin embargo manifestó que cuando se hizo el cambio de domicilio del depositario judicial del vehículo, no se hizo del conocimiento de esta autoridad, además que en la denuncia no se asientan los datos completos de la unidad automotriz, tales como número de motor y serie, por lo que sólo se asienta que es un Chevrolet Cavalier, color verde, modelo 1996, cuatro puertas y rines deportivos.
Asimismo, señala que sólo existe un indicio, en este caso proporcionado por la persona que tenía por último el auto y que manifestó que al sacarlo para asear la cochera, se presentó Hermilo Mendoza Gurrola para llevárselo por órdenes de Valenzuela Cepeda, lo que no ha sido demostrado plenamente y en base a este sólo indicio, no se puede ejercitar la acción penal correspondiente