Reuters
ASUNCION, Paraguay.- Un obispo de la influyente Iglesia Católica de Paraguay fue acusado de abusar sexualmente de tres hombres desde que eran menores de edad, informó ayer un fiscal.
“Recibimos la denuncia contra el obispo Jorge Livieres Banks de parte de dos hombres de 28 años y uno de 29 y estamos en los trámites administrativos previos a un proceso”, dijo el fiscal Martín Cabrera, de la ciudad Encarnación, a 370 kilómetros al sur del país.
Livieres, quien fue presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya hasta noviembre y ejerce el obispado de la diócesis de Encarnación desde 1988, se presentó ante la fiscalía para solicitar una copia de la denuncia y negó los cargos que le atribuían.
“Quiero desmentir categóricamente la denuncia. Me parece muy delicado y doloroso que en un momento en que arrecian denuncias contra la Iglesia me tenga que ver envuelto en esto”, declaró el obispo a la prensa.
El escrito fue presentado por Carlos Quiñonez, Rubén Gamarra y Mario Garay, todos residentes en Encarnación, quienes incluyeron además dos grabaciones, cartas escritas al obispo y un documento supuestamente firmado por el religioso.
En el documento, publicado por medios de comunicación de Asunción y fechado en noviembre de este año, Livieres se compromete a pagar una suma de dinero en efectivo a cambio de dar por terminado un incidente de carácter personal.
El obispo negó que la firma en el papel fuera suya.
Las grabaciones corresponden a supuestas conversaciones entre los involucrados en las que mencionan los incidentes denunciados.
“Los tres refieren prácticamente lo mismo, que tenían relaciones sexuales con este señor desde los 16 años, más o menos, pero uno de ellos refiere que había sido coaccionado en aquella oportunidad, la primera vez”, señaló el fiscal.
“En lo que coinciden los tres es, que pasado cierto tiempo desde la primera vez que tuvieron relaciones sexuales, ya lo hacían a cambio de una suma de dinero”, añadió.
El código penal paraguayo castiga los actos homosexuales con menores de 16 años con penas de hasta dos años de cárcel y la coacción sexual con una pena superior.
“Los hechos en sí son graves y hay elementos suficientes para que se le enjuicie. Ahora el denunciado puede ser llamado a declaración indagatoria, imputado directamente o se puede pedir su detención, que sería lo más grave”, dijo el fiscal.
Las personas que denunciaron al obispo se presentaron a la fiscalía con un sacerdote, quien dijo haber sido testigo de los abusos. Livieres señaló que se trataba de una represalia porque designó al sacerdote a una parroquia que no era de su agrado.
El arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, dijo a periodistas que “se trata de una conspiración de poderes fácticos contra la Iglesia Católica que empezó en Estados Unidos y ahora le toca a Paraguay, destinada a socavar la confianza” de las personas en dicha institución.
La Iglesia Católica se ha visto envuelta en escándalos el último año por denuncias de abusos sexuales de parte de sacerdotes hacia menores.