PARECÍA QUE SÍ... PARECÍA QUE NO... FUERON 45 MINUTOS ASÍ, PLENOS DE VÉRTIGO Y DE INCERTIDUMBRE, y hubo que esperar hasta el último de los silbatazos del árbitro, que se produjo segundos después de que el remate perfecto en tiempo y distancia de Johan a centro raso del “Pony”, se estampó contra el travesaño cuando el arquero regio Ibarra ya estaba vencido. Era la anotación soñada, a dos minutos del final y una clasificación que —daba la impresión— nadie podía arrebatarles a los laguneros. Pero, la madera, en ese instante propició que el sueño se disfrazara de pesadilla:
A todos los que vimos el encuentro nos quedó la convicción de que si los Guerreros hubiesen jugado los 90 minutos como lo hicieron en los últimos 5, podrían haber ganado con facilidad a un Monterrey sin brújula, desahuciado, siempre presa del personalismo de sus jugadores extranjeros, que quieren lucirse y ganar la guerra solos.
La primera parte fue totalmente rayada, pero el equipo de casa volvió a mostrar por qué es el menos eficaz ante el marco contrario, y las oportunidades que tuvo las erró lastimosamente: la primera que desaprovechó el grandote De Nigris, persiguiendo en los linderos del área un pase bombeado de Rogeiro, sacando de la jugada a Campos, eludiendo a Adrián y disparando tan flojo que el mismo Campos alcanzó a desviar con una barrida casi milagrosa, y la segunda en una colada del carrilero izquierdo Ismael Rodríguez, culminada con un disparo insidioso y raso que Adrián alcanzó a arañar para mandar el balón a tiro de esquina.
Lo cierto es que en esa primera etapa Santos Laguna se fue quedando, perdiendo pelotas en apariencia fáciles y dejando agrandar al equipo de casa, que siendo buen manejador del juego a ras del piso, prefirió el pelotazo largo que ponía en serios aprietos a la tripleta de zagueros diseñada por Tena para afrontar el encuentro.
La parte inicial concluyó en medio de la silbatina que el público regiomontano, uno de los más leales del país, prodigó al técnico argentino Daniel Passarella, que no le encuentra el modo a su equipo.
Monterrey comenzó animoso el complemento, con “El Cabrito” Arellano intercambiando posiciones para anclar al “Pity”, pero sus anémicos atacantes siempre equivocaban el servicio final, y cuando acertaban el disparo, como fue el caso del zaguero Rogeiro, el travesaño se interpuso para salvar la meta lagunera.
La afición rayada se metió fuerte con el silbante Jorge Eduardo Gasso cuando no consideró falta una entrada peligrosa en el área chica de Caniza sobre el argentino Erditi, y al expulsar a Rodríguez por una falta intrascendente sobre Johan, y esto lo orilló a compensar tragándose el silbato en varias claras faltas que cometieron los zagueros regiomontanos sobre la debilitada delantera santista.
El desarrollo del encuentro nos confirmó que:
1) Los únicos jugadores del Santos Laguna que saltaron a la grama del Estadio Tecnológico de Monterrey con ambiciones de triunfo, fueron el “Pony” Ruiz, que rapado con la cero y todo, jugó un gran partido y Carlos Cariño, cuya regularidad nos asombra cada vez más y que robó balones en forma incansable.
2) A Eduardo Lillingston le estorban las piernas para jugar. Su torpeza, sólo equiparable a la de Zaguinho, fue un manjar y un alivio para la defensa rayada.
3) Luis Fernando Tena, el flamante técnico de los Guerreros no es de los que les guste arriesgar. El rival se quedó con 10 hombres faltando casi 20 minutos de juego, y reemplazó al "estorbo" Lillingston, con el "fantasma" Domínguez, al que un humorista bautizó como "La Flecha"
Por suerte para los de la Comarca, Atlante fue goleado en Ciudad Universitaria, aunque gracias al árbitro José de Jesús Robles, quien marcó dos penales rigoristas, las Chivas vencieron por 2-1 al Atlas y calificaron a la Liguilla. Ahora, Santos Laguna (que aventaja al Atlante por 1 punto) deberá definir su pase ante Toluca en el Corona el próximo sábado, mientras los Potros tendrán un día de campo en Neza frente al alicaído Veracruz.
UNA LUCHA CRUCIAL ENFRENTARÁ PRONTO EL EMPRESARIO ALEJANDRO BURILLO AZCÁRRAGA, quien deberá hacer gala de todo su poder y ascendencia entre los dueños y directivos de equipos en la asamblea de presidentes, a realizarse en el inmueble de la Federación Mexicana de Futbol.
TODO INDICA QUE El “Güero” Burillo dejó de ser el hombre temido y respetado por sus colegas, los directivos de clubes, que no tuvieron reparos para brindarle facilidades con el fin de que sus irregulares equipos se mantuvieran en el máximo circuito.
HACE AÑO Y MEDIO tampoco nadie titubeó en ungirlo como presidente plenipotenciario de la comisión de selecciones nacionales, ante el fundado temor de que México quedara fuera del Mundial asiático. Alberto de la Torre y Rafael Lebrija, titulares de la Federación y de la Rama de la Primera División, en ese entonces, fueron los primeros en verlo como al Mesías y para tomarse la foto a su lado.
PERO, EN EFECTO, a las hoy hermanadas Televisa y Tv Azteca les dolió lo que consideraron un monto excesivo en el cobro para cederles la transmisión de la Copa Corea del Sur-Japón 2002. Se negaron a engordar las arcas del “Güero” y sólo contrataron reducidos paquetes de partidos, incluidos los del Tricolor. Ahora van por la revancha.
QUIZÁ A SUS NUMEROSOS adversarios (al menos 14 de 20 equipos) les baste revisar la cuenta de pagos por la permanencia en Primera División de los Potros del Atlante, para debilitar su ya de por sí frágil postura, ante la carencia de algún cargo importante en la FMF y en la FIFA.
PARA BURILLO TODO iba bien hasta hace unos meses, cuando se integró una comisión para analizar la propuesta de comercialización presentada por su empresa Soccer 2002.
TARDE –AUNQUE NO DEMASIADO– respingó la empresa del primo distanciado que, por la reciente derrama económica otorgada, usó como punta de lanza a los clubes Pumas y Chivas y, desde luego, a los propios: Necaxa, San Luis y América. Fue secundada por Morelia (Tv Azteca) y por el Toluca de Rafael Lebrija, quien en otro tiempo hasta a los golpes e insultos llegó con Burillo.
LAS NEFASTAS MARAÑAS tejidas por los hombres de pantalón largo quedan en la bruma ante la esencia del futbol: las soberbias atajadas del “Conejo” Pérez y los goles de José Cardozo en los partidos Cruz Azul-América y Chivas-Toluca.
SIN HONORES, CON una derrota de por medio, Pumas aseguró repechaje en el torneo local y se dispone a enfrentar con sus mejores argumentos los partidos por el pase a la Copa Libertadores ante los equipos venezolanos.
EN TANTO, CRUZ AZUL deberá esperar sus duelos ante Jaguares y Celaya para concretar una victoria que le dé la clasificación.
CHIVAS ACARICIÓ EL pase a la Liguilla cuando, en combinación con otros resultados, sorpresivamente vencía en el parcial 3-0 al Toluca. El sueño fue tan grande como fugaz, pues Cardozo y compañía los hicieron volver a la realidad. No obstante, ver al Guadalajara en la Liguilla daría sabor a la competencia.
EL QUE SE CONVIERTE en una agradable realidad es el técnico Miguel Herrera, quien ha logrado fomentar una buena química entre sus jugadores y los resultados saltan a la vista. Potros está convertido en el verdadero equipo del pueblo nezatlense.
LA SUB-23 SE concentra para afinar detalles y alistar el viaje a El Salvador, y en sus últimas declaraciones, luego de observar la materia prima, el seleccionador nacional Ricardo Lavolpe se sumó a los optimistas que vaticinan medalla en los Juegos Centroamericanos.
LA ADMIRACIÓN Y RESPETO SE EXPRESABAN EL MIÉRCOLES POR LA TARDE CON EL SILENCIO de quienes fueron a despedir a uno de los más grandes jugadores de futbol de la historia. Pero ese silencio era bullicio comparado con aquel que él mismo generó hace 52 años, con un zapatazo que se repitió hasta el cansancio en la TV de todo el mundo: "Un silencio único, que seguramente no volverá a ocurrir". Con esas palabras, Juan Alberto Schiaffino había definido la sensación registrada en el Maracaná en 1950. Su gol del empate ante Brasil abrió el camino al triunfo de Uruguay; una victoria que marcó al país durante años, no sólo en lo deportivo. Ahora que la estrella se apagó, que el mundo habla de su carrera deportiva y del apodo que le pusieron los italianos -"el dios del futbol"-, la modestia que lo caracterizó asombra más aún. Cuando se consagró campeón del mundo, Pepe Schiaffino festejó llorando, pero no humilló a sus rivales, sino que sintió compasión: "Soltamos la angustia que nos acompañó a través de todo el partido, llorando con lágrimas de alegría, pensando en nuestras familias en Uruguay, mientras nuestros adversarios lloraban por la amargura de la derrota. En cierto momento sentí pena por lo que estaba ocurriendo"... Hace un par de años recordó con estas palabras aquel momento: "Faltaban 13 minutos. El drama seguramente se sentía en todo el territorio brasileño. Dentro del campo de juego, me parece revivir los últimos instantes: los rostros contraídos de los brasileños, la desesperación por revertir un resultado adverso y un público silencioso como nunca presintiendo quizá la tragedia que estaba por gestarse"... Schiaffino murió a los 77 años y había nacido el 25 de julio de 1925 en el seno de un hogar de inmigrantes, de padre italiano y madre paraguaya. Se formó en Palermo, pasó a Olimpia y en juveniles defendió a Nacional. Pero su brillo se conocería en el eterno rival, Peñarol, equipo con el que ganó cinco títulos. Integró la delantera aurinegra que se conoció como "La máquina del 49" -Ghiggia, Hohberg, Míguez, Schiaffino y Vidal-; la base del equipo celeste en el Mundial de 1950... Luego de ser campeón en Brasil siguió en Peñarol y volvió a destacarse en Suiza 54. Milán lo contrató y su figura creció con la conquista de tres torneos en Italia. Fue cuando se le consideró el mejor del mundo, en competencia con el argentino Alfredo Di Stefano, de Real Madrid, aunque por esas costumbres uruguayas, durante mucho tiempo se hizo popular un dicho: "El que era un crack, era el hermano de Schiaffino, Raúl... ese sí que la rompía". Cesare Maldini, su compañero en el Milán, dijo de él: "Tenía un radar en el cerebro para instruir la geometría del futbol, para dictar las coordenadas a los compañeros, para prevenir los movimientos adversarios, para orquestar los tiempos de juego". Una frase que sirve para rendirle el homenaje que sólo se ganan los grandes.
EL PELOTERO DE LOS GIGANTES DE SAN FRANCISCO, BARRY BONDS SE CONVIRTIÓ EN EL PRIMER JUGADOR DE LAS GRANDES LIGAS DE BEISBOL que gana por quinta ocasión, y de manera unánime, el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional. A sus 38 años, Barry consiguió los 32 votos posibles que le otorgó la Asociación Americana de Cronistas de Beisbol, además de ser el primero en recibirlo dos veces de manera consecutiva. Un total de 448 puntos captó el jardinero de San Francisco, mientras el segundo lugar fue para el toletero dominicano de los Cardenales de San Luis, Albert Pujols, con 26 votos (276 puntos); el tercer puesto fue para Lance Berkman de los Astros de Houston, quien reunió 181 puntos. Cabe recordar que la temporada pasada, Bonds acumuló 30 votos, dejando sólo dos para el dominicano Sammy Sosa de Chicago. El puertorriqueño Orlando Cepeda (1967) fue el primer pelotero de la Liga Nacional que ganó el MVP por unanimidad. Después lo obtuvieron Mike Schmidt (1980); Jeff Bagwell (1994) y Ken Caminiti (1996). Bonds ganó los dos premios de MVP las temporadas de 1990 y 1992 cuando jugaba con los Piratas de Pittsburgh. El tercero y cuarto se los dieron en 1993 y 2001, respectivamente, ya con los Gigantes. Bonds, también obtuvo el campeonato de bateo de la Nacional al conseguir .370 de promedio y estableció nuevas marcas con 198 bases por bolas recibidas, de las que 68 fueron intencionales con un porcentaje de bases alcanzadas de .582. El toletero de los Gigantes finalizó la temporada regular con 46 jonrones, 30 menos que en la del 2001 cuando estableció la mejor marca de todos los tiempos pero llegó a las 110 carreras impulsadas y coadyuvó a que los Gigantes ganaran el banderín de la Liga Nacional por primera vez desde 1989.
EN LA LIGA AMERICANA, EL DOMINICANO MIGUEL TEJADA FUE ELEGIDO el martes pasado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, superando por amplio margen a Alex Rodríguez, quien quedó segundo en la votación y a Alfonso Soriano, con lo que los tres primeros en la encuesta fueron dominicanos. Tejada, paracorto de los Atléticos, sumó 356 puntos tras figurar primero en 21 papeletas, segundo en seis y tercero en una, en la encuesta entre 28 afiliados a la Asociación de Cronistas de Beisbol de los Estados Unidos. Tejada acumuló un average de bateo de .308 con 34 jonrones y 131 empujadas, ayudando a que los Atléticos ganasen la División Oeste de la Americana con 103 victorias. Durante la racha de 20 triunfos seguidos de la novena de Oakland, la más larga en las Mayores en 67 años, pegó un jonrón de tres carreras en el noveno inning que dio a su equipo su 18va victoria consecutiva para mantener viva la racha. Al día siguiente volvió a pegar el hit que marcó la diferencia, con las bases llenas. Tejada es el undécimo jugador de Oakland en lograr el título de Más Valioso. Los Yanquis, con 18 jugadores premiados, son los únicos que han alcanzado más nominaciones.