EDITORIAL Columnas Editorial Caricatura editorial

¿Derecho al buen gobierno?

Antonio Haas

“Ingenio de escalera” le dicen los franceses a las atinadas contestaciones que se nos ocurren después de atole, cuando ya terminó la controversia y nos despedimos de los anfitriones. Eso, exactamente, es lo que me sucedió a mí después de una mesa redonda organizada por el Colegio de Sinaloa en Los Mochis. Con dos otros mazatlecos, Jesús Kumate y José Angel Pescador, fuimos nombrados para tomar parte en una mesa redonda sobre “El Derecho al Buen Gobierno” ante un muy nutrido público.

No creo injusto decir que el tema nos eludió tanto a los participantes como al moderador, que nos inclinamos por vincular el derecho al buen gobierno con nuestros derechos humanos. El resultado fue una discusión substancial sobre los gobiernos actuales, sus fallas y la posibilidad de eliminarlas mediante reformas estructurales. A mí me impresionaron mucho mis colegas con la precisión de su información profesional: JAP habló con los pelos de la Constitución y las leyes secundarias de educación en la mano, como era de esperarse en un ex secretario de Educación. Jesús Kumate, a su vez, nos apantalló a todos con su dominio de las estadísticas en cuestiones sociales y de salud, para demostrar con números actuales la desaparición de varias epidemias por medio de la vacunación, la reducción de analfabetos por la educación, durante los 70 años que había gobernado el PRI. Son logros grandes e inocultables en los que tuvieron mucho que ver tanto José Ángel Pescador como ex titular de Educación y Jesús Kumate como ex titular de Salud.

Yo como el diletante y aficionado que indiscutiblemente soy, no le podía encontrar las agarraderas al tema y opté por hablar muy someramente del origen del constitucionalismo democrático en nuestra cultura occidental, echándole de paso unos cebollazos al PRI (con el cual simpatizo profundamente desde que representa a la oposición) y la sociedad abierta, único hábitat donde la democracia puede prosperar.

El ingenio de la escalera por fin me alcanzó el día siguiente en la carretera rumbo a Teacapán. Mi chofer, que es de ahí me iba platicando que ese lindo pueblo de pescadores quedó vacío ante la amenaza del ciclón. La gente se fue a refugiar tierra adentro en Escuinapa, la cabecera municipal. No era para menos, ya que el ciclón “Rosa” de 1994 (que destruyó la mitad de mi huerta) había dejado a Teacapán traumatizado como quedó San Blas en esta ocasión, aunque ahora no nos llegó el aire ni la lluvia ni las olas del mar.

En medio de ese recital y recordando el daño económico que nos había causado el “Rosa (salvaje)” se me reveló de golpe por qué tenemos efectivamente derecho a un buen gobierno: porque pagamos impuestos de los cuáles depende la eficacia del gasto gubernamental. En la medida en que no paguemos impuestos, perdemos nuestro derecho de reclamarle al Estado. La razón no puede ser más obvia y, sin embargo, a ningún participante de esa mesa redonda en Los Mochis, ni a nadie en el público, se le ocurrió razón tan contundente. Y también se me reveló la razón de esto: porque en México, la cultura popular hasta hace muy poco, nos enseñaba que robar al fisco era hacer patria (las inmensas fortunas políticas nos lo confirmaban). Por eso una gran pluralidad de los causantes buscábamos cómo evadir al fisco y aún no nos alcanza la conciencia de que del pago cumplido de impuestos depende nuestra autoridad para reclamar un buen gobierno.

Todavía es demasiado pronto para calificar con justicia los resultados de la cumbre en Los Cabos. Para quienes sólo vimos la tele, el divo de esa ocasión fue sin duda el Sultán de Brunei, comenzando por su avión y su aspecto de madurez juvenil. El número de sus esposas (2) no puede ser tan interesante como lo habría sido el de sus concubinas. El ocultamiento del nombre de Carlos Salinas, el iniciador del auge de Los Cabos, me parece una mezquindad presidencialista. Pa’ vergüenzas no ganamos: el contraste entre la pulcritud sartoria de Colin Powell y la facha del Canciller Castañeda, en mangas de camisa ajada con las faldas de fuera. ¿Así andarán nuestros embajadores en el extranjero?

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 7470

elsiglo.mx