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BOGOTÁ, Colombia.- El Secretario de Estado Colin Powell condenó ayer en términos tajantes a las guerrillas izquierdistas, elogió los esfuerzos de paz del presidente Álvaro Uribe para combatirlas y le prometió el apoyo de Washington en esa lucha.
Powell se reunió durante cinco horas con Uribe y con un grupo de funcionarios colombianos, y discutió algunas formas en las que Estados Unidos podría ampliar su ayuda a este país, que ha pasado por más de tres décadas de guerra civil.
"No debemos tratar de romantizar esos grupos como unos encantadores luchadores. Son terroristas", dijo Powell en referencia a los rebeldes izquierdistas.
Como parte de un ambicioso plan para combatir a los narcotraficantes, Powell dijo que al principio del próximo año Estados Unidos espera reanudar la interdicción aérea en Perú y Colombia en vuelos que pueden derribar aviones sospechosos de transportar drogas.
Los vuelos fueron suspendidos desde el año pasado, luego de que los militares peruanos derribaran por error un avión en el que viajaba una misionera estadounidense y su hija de pocos meses.
Estados Unidos ha trabajado con Perú y Colombia para garantizar que no se repitan esos hechos.
El ascenso de Uribe a la presidencia de Colombia en agosto parece haber revitalizado los lazos entre Colombia y Estados Unidos.
Los funcionarios estadounidenses habían considerado que el antecesor de Uribe, Andrés Pastrana, avanzaba con demasiado tiento en las negociaciones con los dos principales grupos insurgentes, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como con los narcotraficantes.
Powell dijo que los atentados terroristas del 11 de septiembre fortalecieron la determinación estadounidense para ayudar a Colombia en su lucha contra las FARC y el ELN, así como con las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Sobre el cese de hostilidades decretado por las fuerzas paramilitares, Powell dijo que eran un "paso positivo", pero todavía falta un camino largo.
"El presidente (Álvaro) Uribe lo está manejando con precaución, pero sé que no quiere perder una oprtunidad", dijo Powell sobre la reacción del gobierno al anuncio de tregua indefinida y unilateral que decretaron las AUC el domingo y que podría llevar a su desmovilización.
Consideró que para Estados Unidos es importante la ampliación de "un círculo de prosperidad económica", que finalmente abarque a todos los colombianos, incluidos los millones de pobres.
En un tono más moderado que el del martes, cuando declaró durante su vuelo a Colombia que no debía haber tolerancia ante los abusos contra los derechos humanos, Powell dijo ayer que ese asunto "sigue siendo prioritario para nosotros".
Después de sus conversaciones con Uribe, Powell se reunió con grupos locales de defensa a los derechos humanos para discutir la situación en la materia. Varias organizaciones estadounidenses han señalado que la ayuda militar de Washington a Colombia debe ser suspendida, debido a que las fuerzas militares colombianas no han cumplido con los parámetros de respeto a los derechos humanos establecidos por el Congreso.
La jornada de Powell comenzó a media mañana, cuando él y nueve asesores se reunieron con Uribe en el palacio presidencial. El presidente colombiano fue acompañado por 11 asesores.
Más tarde, Powell visitó una tecnificada instalación aérea de la policía colombiana, construida con 5 millones de dólares aportados por Estados Unidos. Numerosos helicópteros y aviones estaban aparcados en la base.
Las aeronaves desplegadas en esa instalación ayudan en vuelos de inteligencia para detectar zonas productoras de coca y para fumigar los cultivos con herbicidas.
La campaña de erradicación ha secado la vegetación en una gran área en el suroeste de la provincia de Putumayo. Un oficial estadounidense en la base, quien solicitó no ser identificado, dijo que las operaciones de erradicación han acabado con 87 por ciento de los cultivos de coca en las áreas fumigadas.
Los oficiales colombianos y estadounidenses confían en que la determinación de Uribe aliente a los productores de coca a buscar algunos cultivos alternativos.
Con 71 helicópteros financiados por Estados Unidos a su disposición, los esfuerzos de erradicación emprendidos por la policía colombiana podrían acabar con buena parte de los cultivos de coca el año próximo, dijo el oficial en la base. Powell aclaró el martes que cualquier pronóstico de ese tipo resultaría demasiado ambicioso.
Powell colocó una ofrenda de flores en la base, en honor de los policías colombianos que han perecido en el combate contra el narcotráfico.
"Estoy muy impresionado por lo que he visto, y regreso convencido de mi compromiso para hacer todo lo que podamos por Colombia", dijo Powell. "Reportaré todo lo que he visto al presidente y al Congreso?.