Reuters
ÁMSTERDAM, HOLANDA.- La policía cerró ayer los diez almacenes de IKEA en Holanda, después de que se hallaron bombas en dos sucursales de la mayor empresa de muebles del mundo, que causaron heridas a dos policías cuando trataban de desactivarlas.
Los explosivos fueron encontrados en un almacén de Ámsterdam y en otro de Sliedrecht y trasladados a la sede de la policía, donde estallaron cuando eran manipulados, dijeron las autoridades, sin suministrar mayores detalles.
Funcionarios holandesas rápidamente descartaron algún vínculo del incidente con el terrorismo, pero no estuvo claro de inmediato quién colocó las bombas en los almacenes.
“Es terrible que esto suceda”, dijo la portavoz de IKEA Helen van Trearum. “Junto con la policía decidimos, por razones de seguridad, que los almacenes de la compañía en Holanda cierren hoy”.
Un escuadrón antibombas también incautó un paquete sospechoso en una tercera tienda de IKEA en la ciudad central de Utrecht ayer y se les pidió a los 4,000 empleados de la empresa en Holanda que permanezcan en sus casas después que la compañía recibió una carta donde se amenazaba con la explosión de bombas.
La policía dijo posteriormente que el paquete encontrado en Utrecht no contenía una bomba.
La cadena de muebles IKEA, una empresa familiar, es conocida por su venta de muebles simples y baratos, la mayoría de los cuales se produce en paquetes de fácil ensamblaje en la casa de los compradores. Unos 260 millones de personas visitaron las tiendas de IKEA en 31 países del mundo el año pasado.
“La policía y el fiscal público no tienen indicios de que el ‘incidente de bombas’ en IKEA se trate de una acción terrorista”, dijo la fiscalía holandesa.
Cuatro presuntos militantes islámicos acusados de conspirar para provocar explosiones en la embajada de Estados Unidos en París y en una base de la fuerza aérea de Bélgica son actualmente enjuiciados en Rotterdam, acusados de complicidad para matar.
La amenaza de bombas causó gran preocupación en Holanda tras el intenso movimiento de patrullas policiales y servicios de emergencia.
Autos policiales, del cuerpo de bomberos y ambulancias acordonaron los almacenes de IKEA mientras que las calles adyacentes fueron bloqueadas provisionalmente, causando congestión de tránsito vehicular.
“El martes 3 de diciembre IKEA recibió una carta con una amenaza de bomba dirigida a IKEA”, dijo la compañía en su sitio de Internet. “No hay indicios de que grupos terroristas estén involucrados”, agregó la empresa.
Los servicios de emergencia de Holanda, ya ocupados por las amenazas contra las tiendas IKEA, también debieron ocuparse el miércoles de una advertencia de bomba.
en la oficina central de la agencia holandesa de noticias ANP en Rijswijk, cerca de La Haya.
Las oficinas fueron evacuadas después que la policía recibió una llamada advirtiendo que una bomba había sido plantada en el edificio. La agencia ANP informó posteriormente que no se encontró ningún objeto explosivo.
El fiscal público dijo que nada sugería la existencia de vínculos entre las bombas en IKEA y la amenaza de explosivos en la agencia ANP.