EFE
Roma, Italia.- La investidura del cineasta italiano Roberto Benigni como “doctor honoris causa” en Letras por la Universidad de Bolonia (norte) estuvo rodeado de polémica, ya que por orden expresa del artista los informadores gráficos que acudieron a la ceremonia no pudieron realizar su trabajo.
Los diecisiete fotógrafos que asistieron al acto en la universidad más antigua de Europa firmaron un comunicado de protesta, que reprodujo ayer la prensa italiana, en el que aseguran que “el derecho a la información ha sido coartado”.
“Siempre hemos respetado a esta Universidad, no podemos consentir que este respeto no sea recíproco”, sostienen.
Los responsables del centro docente se han defendido al asegurar que siguieron las instrucciones del propio Benigni, quien exigió que para no perder “la autenticidad” del acto se controlara la entrada de los periodistas al Aula Magna.
El ganador de un Oscar por La Vida es Bella tampoco quiso conceder entrevista alguna a los medios de comunicación después de la concesión del título honorífico. Como “venganza”, la imagen de Benigni que reproducen los principales diarios italianos está borrosa, como sucede cuando se desea camuflar la identidad de una persona.
El título de “doctor honoris causa” le fue concedido al cineasta italiano por “la gran calidad interpretativa en la ejecución de textos literarios, en concreto La Divina Comedia.
En su intervención, Benigni dio una clase magistral de lectura del octavo canto de la obra de Dante y un homenaje al mismo a través de un análisis del mundo femenino en su obra.
Entre los asistentes al acto se encontraba el escritor Umberto Eco, quien alabó la vasta cultura del cineasta y su profundo conocimiento de los textos clásicos.