Reuters
ESTOCOLMO, SUECIA.- El novelista húngaro Imre Kertesz, un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, fue galardonado ayer con el Premio Nobel de Literatura 2002.
Kertesz, de 72 años, recibió el premio por sus escritos sobre “la frágil experiencia del individuo frente a las barbáricas arbitrariedades de la historia”, dijo la Academia Sueca en su anuncio.
Como judío perseguido por los nazis, y luego como escritor en un país bajo un régimen comunista, Kertesz padeció directamente algunos de los sufrimientos más terribles del siglo XX.
Kertesz, que se encuentra en Berlín haciendo investigaciones para su nuevo libro, dijo a los periodistas que el galardón fue una feliz sorpresa y que debería ser un incentivo para los escritores del antiguo bloque soviético.
“Fue una mezcla de sorpresa y alegría”, expresó. “Esto deberá aportar algo a los países de Europa Oriental”.
Sus trabajos han sido traducidos al alemán y él mismo es traductor de algunos de los más grandes pensadores de la lengua alemana: Wittgenstein, Freud y Nietzche.
Entre sus obras más conocidas se encuentran su primera novela, “Sin destino” (1975) -sobre un hombre llevado a un campo de concentración que se adapta y sobrevive-, y “Kaddish por un niño no nacido” (1990).
Kaddish es la oración judía por los muertos, y en esa novela, la tercera de una trilogía que comenzó con “Sin destino”, el protagonista dedica su Kaddish al niño que él se niega a engendrar en un mundo que permitió la existencia de Auschwitz.
Nacido en Budapest, en 1929, Kertesz fue deportado al campo de concentración nazi de Auschwitz, en la ocupada Polonia, en 1944, y de allí al campo de concentración de Buchenwald, del que fue liberado en 1945.
Regresó a Hungría y trabajó como periodista desde 1948, pero fue despedido en 1951, cuando su periódico adoptó la línea del partido comunista.
Después se ganó la vida como escritor independiente y traductor. Pudo participar en más actos públicos tras la caída del régimen comunista en 1989.
Kertesz es el primer húngaro en ser galardonado con el Nobel de Literatura, aunque algunos de sus compatriotas han recibido el premio en el campo de las ciencias.
“Cuando pienso en una novela nueva, siempre pienso en Auschwitz”, dijo Kertesz en una ocasión.