TORREÓN, COAH.- Un sujeto que fue detenido y remitido a la cárcel municipal la tarde del jueves por andar ebrio y escandalizando en la vía pública, fue encontrado sin vida en el interior de la celda, cuando por la mañana temprano el encargado de turno acudió para pasar lista de quienes se encontraban ahí. Se presume que su deceso fue a causa de una broncoaspiración ocasionada al ahogarse con su propio vómito.
Juan Francisco Colunga Piña, de 31 años de edad, con domicilio en calle Villanueva No. 655 de la colonia Valle Verde, es el nombre del infortunado individuo que dejó de existir al estar encerrado en la ergástula municipal. Él fue detenido a las 18:40 horas por agentes de la Policía Preventiva cuando escandalizaba en estado de ebriedad en la esquina de avenida Morelos y calle Múzquiz.
Rubén Pablo Arguijo Rodríguez, encargado de turno de celadores en el módulo carcelario, fue quien se dio cuenta cuando al ir a pasar lista de los detenidos, a eso de las 07:55 horas, observó que una persona no se movió cuando se le llamó por su nombre, por lo que entró a investigar.
Grande fue la impresión del Arguijo Rodríguez, cuando al intentar despertar al individuo éste no respondió, por lo que al quitarle la cobija de encima, se dio cuenta que estaba muerto.
De inmediato, notificó de lo anterior a las autoridades del Tribunal de Justicia Municipal y a la vez que daba parte del mismo al Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, acudiendo hasta los módulos de detención, Guadalupe López Martínez, secretaria abogada de la Mesa uno de la Coordinación “B” de la mencionada representación social. También llegó a ese lugar personal del Servicio Médico Forense (Semefo), que se encargó de hacer el levantamiento del cadáver de Colunga Piña, una vez que así lo dispuso López Martínez, con el objeto de trasladarlo al anfiteatro donde se le practicaría la necropsia de ley.
Varios de los ahí detenidos fueron declarados por el Ministerio Público y mencionan que gran parte de la madrugada el hoy occiso estuvo muy inquieto, “moviéndose a cada rato y tapado con la cobija”, incluso, esto mismo fue ratificado por Arguijo Rodríguez, quien manifestó que cuando llevó a otros dos detenidos a esa celda, a eso de las 04:53 horas, observó que Juan Francisco “se movía”.
Según versión del Ministerio Público, las probables causas del deceso de dicho individuo fue por broncoaspiración debido a que al estar acostado se ahogó con su propio vómito, pero esto en definitiva sería ratificado por la necropsia.
Sin embargo, el cadáver presentó huellas evidentes de que recibió una golpiza, entre las cuales están una herida contusa en el abdomen derecho de 10 centímetros en diagonal, con hematoma; presentaba el hueso del pecho salido de la clavícula izquierda; hematoma en todo el pectoral derecho; herida contusa en la rodilla izquierda; herida cortante en la ceja izquierda de tres centímetros así como en el lado izquierdo de la frente; escoriaciones en el pómulo izquierdo y en la barbilla así como un hematoma en la nariz.
Al respecto en el certificado de lesiones que levantó el doctor Sergio Castillo, cuando se hizo la remisión, anotó que dichas heridas no eran recientes.
Hace cuatro años, el primer deceso
Personal de la cárcel municipal, comentó que fue hace aproximadamente unos cuatro años cuando se registró el primer deceso en el interior de los módulos de detención.
Esa vez, refieren, se trataba de un sujeto que fue detenido cuando en compañía de otros se hacía pasar como inspector de Cigarrera La Moderna, lo que aprovechaban para robar.
Debido a que recién había tenido problemas como su mujer, por quedarse sin trabajo, el sujeto del que no se recordó el nombre, ingresó a la ergástula y ya en el interior, con uno de los cristales de sus lentes, se cortó las venas, por lo que se desangró.
Víctimas de las inclemencias del tiempo
Pese a que a las personas que llegan a ser remitidas por alguna falta, se les proporciona una cobija, esto no evita que sean víctimas de las inclemencias del tiempo, principalmente cuando se registran las bajas temperaturas.
Debido a la posición del área donde se encuentran las celdas, se resiente considerablemente el frío, principalmente cuando haya rachas de vientos gélidos que llegan a calar hasta los huesos, aunque se cuente con un cobertor.
Lo anterior, así como la deteriorada salud de alguno de los detenidos, aunado a la ingesta de alcohol que hayan tenido, pudiera ocasionar que durante la temporada invernal, se pueda presentar otra situación similar en la que un preso amanezca sin vida.