AP
CARACAS, Venezuela.- Una entidad de deudores bancarios pidió a la Superintendencia de Bancos de Venezuela que normalice las operaciones financieras, en momentos en que un paro nacional de empresarios y trabajadores para derrocar al presidente Hugo Chávez ingresó ayer en su duodécimo día.
Wolfang Cardozo, director de La Asociación de Usuarios del Sistema Financiero (Ausfin) dijo el jueves en un comunicado a la Superintendencia de Bancos (Sudeban) que se están registrando largas colas desde muy temprano en las entidades bancarias y “cuando llega las 12 del mediodía, las taquillas de los bancos son cerradas dejando a todas las personas sin poder obtener el dinero disponible”.
Cardozo denunció asimismo que las instituciones financieras están limitando las operaciones de atención al público “y sólo reciben o procesan transacciones en taquilla, es decir, depósitos, retiros y pagos de algunos servicios que a la banca si le interesa, pero ante otro tipo de retiros de alguna cantidad considerable, indican que serán procesadas dos a tres días posteriores”.
Las dificultades que atravesaría el sistema financiero venezolano fueron reseñadas ayer en la edición online del diario londinense “The Financial Times”.
El periódico dijo que hubo una corrida a los depósitos bancarios el miércoles, cuando “temores de escasez de alimentos causados por un paro nacional fueron alimentados por lo que parecía un inminente caos en el Banco Central”.
“The Financial Times” dijo que los ahorristas “temen que cesarán de tener acceso” a los depósitos en caso de “profundizarse” la huelga contra el gobierno venezolano.
Y aunque la corrida a los depósitos bancarios no ha causado grandes preocupaciones sobre la solvencia del sector, algunos directivos han advertido que podrían imponer límites diarios al retiro de efectivo.
El diario citó las declaraciones de Oscar García Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito, quien dijo que “Ha existido un brutal aumento en los retiros. La gente está atesorando su dinero. Y eso está causando corridas a los bancos”.
García Mendoza añadió que “la gente está tomando todo el dinero que puede, temiendo lo peor”.