MéXICO, D.F.- Los Diablos Rojos del México se proclamaron campeones de la temporada 2002 de la Liga Mexicana de Beisbol al vencer 9-5 a los Tigres de Puebla, ayer en el Foro Sol.
Cornelio García fildeó con elegancia el fuerte roletazo de Carlos Alberto Gastélum, corrió hacia la primera base y pisó la almohadilla. ¡Out 27!.
Corrieron los peloteros rojos hacia el centro del diamante para fundirse en un abrazo, mientras las gradas se estremecieron ante la algarabía de los aficionados.
Los escarlatas consumaron la hazaña de levantarse de una desventaja de 1-3 en la serie final, para ceñirse su cetro número 13 en 62 años de historia en el circuito de verano, proeza que sólo los Charros de Jalisco habían conseguido en 1971 con Benjamín ?Cananea? Reyes al frente, sobre Saraperos de Saltillo.
Sufrieron los Diablos para la conquista del campeonato en el 2002.
Estuvieron abajo 0-2 en la pizarra en los primeros cuatro innings ante el látigo de Jesús Olague.
Los aficionados felinos sonrieron primero cuando Guillermo García se embasó con doble y anotó con sencillo de Javier Robles en el segundo innings. Y la alegría poblana creció en el quinto al anotar Octavio Sandoval con triple de Sergio Gastélum.
La preocupación recorrió la tribuna vestida de rojo.
No se veía por dónde hacer daño a Olague. Sin embargo, en el quinto episodio despertaron los Diablos con un racimo de cinco carreras, tres de ellas de ?caballito?, con dos outs.
Olague extravió el control y llenó la casa con sencillo de Víctor Bojórquez y pasaportes consecutivos a Cornelio García y a Ray Martínez. Alex Armenta entró a enfrentar al dominicano Félix José, pero permitió carrera la primera de ?caballito? tras conceder la base por bolas. Con José Félix Navarro en la loma, el panameño Roberto Kelly dibujó sencillo por el jardín derecho para impulsar par de carreras que remontaron la pizarra 3-2, en favor de los escarlatas.
Otra transferencia a Miguel Ojeda marcó la salida de Navarro.
El zurdo Rafael Roque entró al quite y desentonó también en el centro del diamante. Concedió bases por bolas sucesivas a Roberto Méndez y a José Luis Sandoval para las otras dos anotaciones de ?caballito?.
Jorge Campillo logró sacar el tercer out, pero la tragedia felina se había consumado.
Una entrada después, Ray Martínez clavó la puntilla a los Tigres con jonrón de dos carreras. Ray estremeció al pitcher Campillo y le depositó la bola entre el jardín izquierdo y central, para una delantera de 7 carreras a 2.
?¡Duro, duro!?, fue el grito de batalla de los aficionados rojos.
?Les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, el México es su padre!?, fue el mensaje que la porra brava escarlata dirigió a los seguidores felinos, que, atónitos, observaron el carrusel rojo en el diamante del Foro Sol, que, por segunda ocasión, registró un lleno completo.
Los Tigres intentaron regresar con tres carreras en el séptimo innings, dos remolcadas por jonrón de Sergio Gastélum. Sin embargo, no fue suficiente, pues su pitcheo siguió naufragando y permitió que los Diablos remacharan la victoria con una carrera en el séptimo y una más en el octavo episodio.
Por los luciferes, Alfredo García, que relevó en la séptima a Ed Vosberg, se mantenía intratable. Retiró en orden el noveno capítulo para terminar de ceñir la corona en las sienes escarlatas y salvar el juego.
Vosberg, fue el ganador en relevo a Roberto ?Metralleta? Ramírez la victoria. Descorcharon y recibieron el dorado trofeo de la Liga Mexicana de manos de Raúl González Rodríguez. Y con la copa en lo alto emprendieron el recorrido por el Foro Sol en la tradicional vuelta olímpica.