Datos biográficos y anecdóticos de quienes han construido la industria fílmica en México
MÉXICO, D. F.- Un amplio compendio de información biográfica, anecdótica y estadística que abarca el trabajo de 544 directores del cine mexicano, enriquecido con más de 5 mil fotografías y 100 testimonios grabados con sus propias voces, son algunos de los atractivos del CD Rom Diccionario de Directores del Cine Mexicano, herramienta que permitirá a los investigadores conocer de cerca a los creadores fílmicos por espacio de 100 años, desde Gabriel Veyre primer camarógrafo enviado a México por los hernanos Lumiere, hasta las nuevas generaciones.
La investigadora y crítica de cine Perla Ciuk, creadora del concepto y quien hace dos años compiló el Diccionario de Directores del Cine Mexicano, presentó esta primera edición en CD, actualizada hasta el 2002, la noche del martes 3 de diciembre en la Cineteca Nacional
Acompañada por Magdalena Acosta, directora de la Cineteca; Alfredo Jozkowicz, director de IMCINE, Luis Newman, responsable técnico del proyecto y los cineastas Felipe Cazals y Antonio Urrutia, Perla Ciuk dijo que este trabajo representa un compendio visual nunca antes integrado, porque además de la información, ofrece fotografías pertenecientes a archivos selectos, distribuidoras, así como imágenes que fueron proporcionadas por los mismos cineastas y sus familiares.
“Desde enero de 1999, gracias al apoyo del Conaculta, se visualizó desarrollar el proyecto en dos vertientes principales: el libro y el CD. Creo que a través de las nuevas tecnologías aplicadas a la información, se establece un vínculo directo con el lector porque puede acceder de una forma rápida a la información que necesita. La búsqueda de cada índice de directores puede hacerse a través del nombre, apellido, películas, año e incluso con el apodo; además las versiones en audio e imágenes ofrecen una aproximación muy precisa de la personalidad del creador”.
Magdalena Acosta dijo que aunque el formato de CD Rom no es considerado como una opción para el resguardo de los archivos fílmicos, sí representa una útil y portátil herramienta para los cientos de investigadores, periodistas, estudiantes y cinéfilos que deseen acceder a una vasta biografía de quienes han construido la historia del cine nacional.
“A través de un disco, cuyo peso no supera los 50 gramos, los usuarios podrán conocer la evolución artística, política, económica y social de nuestro país durante el siglo XX y el inicio del XXI, a través de los directores de cine, quienes a menudo son los principales testigos de los acontecimientos de nuestra nación”.
Felipe Cazals confesó formar parte del rebaño de quienes llegaron tarde a los asuntos de la información electrónica y la imagen digitalizada. “Mis útiles de trabajo fueron otros, tan indispensables en su tiempo como los que ahora se presumen como imprescindibles, sin embargo hay que tener en cuenta que todos estos avances no favorecen el talento, tan sólo facilitan su consigna.
El director dijo que faltaba crear un directorio biográfico y personalizado de aquellos aventados que protagonizaron la historia irrepetible del cine nacional, así como un recuento de las desventuras, obnubilaciones y frutos alcanzados por esos 544 gladiadores que se echaron al hombro la tarea de bajarle las estrellas y hacerle el mar más azul a muchas generaciones de espectadores.
“Para mi estar citado en el CD me compromete doblemente. Sin embargo debo decir que los creadores del cine nacional no conformamos una familia unida ni somos transmisores de una mística solidaria, somos más bien parientes lejanos con lazos irrenunciables y costumbres cuarteleras. Nuestros más fervientes anhelos se asemejan al tamaño de nuestras necedades. Según el signo de los tiempos, casi siempre adversos, y del peso de la clase en el poder se nos califica de saltimbanquis incultos, blasfemos, remisos y de tritólogos, o mejor todavía, de arrimados y discontinuos, así como de pornógrafos reincidentes”.
Por su parte Federico Dávalos dijo que cuando Perla Ciuk lo invitó a participar en el Diccionario se encontró con un equipo entusiasta con un gran deseo por aprender y comprender la complejidad del desarrollo del cine mexicano.
“Fue muy importante la ubicación de este proyecto fuera de la Cineteca y mantener al equipo de trabajo ajeno a otras distracciones, como lo son los conflictos propios de toda burocracia. Toda la infraestructura para realizar la compilación la pudimos utilizar sin trámites engorrosos”.
Finalmente Perla Ciuk dijo que en el Diccionario de Directores del Cine Mexicano fue realizado gracias a los archivos iconográficos de la Cineteca Nacional, el IMCINE, la Filmoteca de la UNAM, el periódico Excelsior, el Archivo Fílmico de Televisa, Videocine y la Sociedad Mexicana de Directores y Realizadores.