Nunca se pueden obtener resultados positivos empleando medios negativos. La manera de resolver las diferencias en una relación para que los dos sean felices, no es emplear mano dura para someter al otro, sino recurrir al amor mutuo, a la compenetración, la confianza, el afecto y la excitación emocional, es decir, a todos los placeres del corazón. El camino hacia la felicidad de la pareja no tiene por qué estar tapizado de conflictos. El camino hacia los altos grados de bienestar de dos personas que se aman, está colmado de las cosas que nutren y brindan alegría a la pareja. Sin embargo, si las personas no son tolerantes, pueden hacer sufrir a los que aman.