Notimex.- No obstante a ser un excelente ejercicio, andar en bicicleta más de tres horas a la semana puede aumentar 1.72 por ciento las posibilidades de padecer algún problema de disfunción eréctil, afirmó el especialista Irwin Goldstein.
El director médico del Instituto de Medicina Sexual de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, Estados Unidos, aseguró que de acuerdo con estudios recientes, el andar en bicicleta varias horas puede lesionar la arteria que va al pene por el gran peso que debe soportar durante esa actividad.
Al participar en esta ciudad en el LIII Congreso Nacional de Urología, el experto resaltó que de acuerdo con una investigación realizada en la Unión Americana entre los policías que utilizan bicicleta y los de oficina, se comprobó que los primeros tienen 10 por ciento menos erecciones nocturnas que los segundos.
Goldstein precisó que las erecciones nocturnas tanto de pene como de clítoris es algo normal y que por lo general sólo se perciben al despertar, aunque una persona puede presentar un promedio de siete eventos de esta naturaleza en una sola noche.
El urólogo estadunidense detalló que son los asientos largos de las bicicletas los que provocan una obstrucción del nervio en el área de los genitales, los cuales se presionan contra los huesos y dan lugar a una lesión arterial en esa región, razón por la cual ocasionan problemas de disfunción sexual.
"Andar en bicicleta es muy bueno para la salud, pero muy malo para el sexo", advirtió el especialista, quien precisó que durante esa actividad el cuerpo tiene únicamente tres puntos de apoyo, pero el mayor de ellos se concentra en los glúteos y en la región sensible de los genitales.
Indicó que una manera de evitar en lo posible ese tipo de lesiones es usar asientos más anchos en vez de largos con el fin de que sea en la región de los glúteos en la se apoye la mayor parte del peso corporal.
Al hablar acerca de los problemas sexuales, explicó que se tiene conocimiento que un tercio de la población masculina adulta de todo el mundo presenta algún padecimiento relacionado con el sexo; sin embargo, dijo, todavía son muy pocos los que acuden con el médico para ser tratados.
Indicó que las estadísticas en la materia revelan que únicamente 28 por ciento de los pacientes con problemas sexuales aceptan recibir tratamiento terapéutico, lo cual resulta lamentable porque, aclaró, las posibilidades curativas aumentan entre más pronto las personas sean atendidas.
Lamentó que en la actualidad ninguna universidad en el mundo tenga una especialización en medicina sexual, a pesar de la alta prevalencia de esos padecimientos y de las consecuencias de los mismos, porque los pacientes con problemas sexuales, en especial disfunción eréctil, baja su autoestima y la manera de percibir su entorno se vuelve más pesimista.
Los hombres con disfunción eréctil por lo general tienen depresión y su percepción de tipo social, económico y familiar disminuye. En tanto, su pareja también sufre los efectos de esos padecimientos que suelen manistarse en sobrepeso o depresión.
Goldstein señaló que datos obtenidos en diversas encuestas aplicadas en todo el mundo indican que 57 por ciento de la población adulta tiene de una a seis relaciones sexuales a la semana; sin embargo, en países como Brasil el índice se ubica en 69 por ciento, primer lugar que comparte con Italia.
Respecto a México, señaló que sólo 35 por ciento de la población adulta manifestó tener entre una y seis relaciones sexuales en una semana, lo cual se convierte en uno de los porcentajes más bajos en América Latina, en este rubro.