Reuters
CARACAS, VENEZUELA.- Efectivos de la Guardia Nacional de Venezuela dispersaron ayer con gases lacrimógenos una protesta de empleados de la petrolera estatal y de adversarios del presidente Hugo Chávez, durante el segundo día de un paro convocado para presionar su salida del poder.
Unos 50 soldados lanzaron gases lacrimógenos frente a la sede administrativa de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en el barrio Chuao de Caracas, donde cientos de opositores manifestaban su apoyo al paro, que parecía tener menor impacto que el lunes.
Un soldado justificó a una televisora local la actuación de la guardia porque la manifestación no estaba autorizada.
Líderes opositores condenaron la acción contra la manifestación pacífica, en la que gerentes y ejecutivos de PDVSA expresaban su apoyo al paro y denunciaban que están siendo amedrentados y amenazados.
El sector petrolero es uno de los decisivos para medir el éxito del paro, puesto que es vital para la economía del país, quinto exportador mundial de crudos.
El paro, que comenzó el lunes, fue extendido por un día y líderes empresariales, sindicales y políticos que lo convocaron hicieron un llamado ayer por la tarde a prorrogar nuevamente el paro.
El paro, el cuarto contra el teniente coronel retirado en menos de un año y dirigido a presionarlo para que acepte un referendo que pida su renuncia, fue calificado por el gobierno de ?ilegal? y un ?fracaso?.
El gobierno llamó al diálogo para buscar una salida pacífica a la crisis política del país y la Organización de Estados Americanos, que promueve una mesa de negociaciones entre el oficialismo y la oposición actualmente en marcha, pidió paz.
El secretario general de la OEA, César Gaviria, quien actúa como facilitador en la mesa de negociación, dijo que ?sería muy importante que no haya violencia, que se preserve el espíritu fundamentalmente democrático y pacífico del pueblo?.
País en ?absoluta normalidad?
Ayer el apoyo a la protesta se vio debilitado, con más afluencia de vehículos y un menor número de comercios, colegios e industrias cerrados. El gobierno insistió en que las actividades básicas petroleras operaban con ?absoluta normalidad?, sin embargo, agentes navieros dijeron que algunos tanqueros que suministran combustible al mercado interno están retrasados porque varios gerentes de PDVSA se mantienen paralizados.
La ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, dijo que el 82 por ciento de los empleados petroleros concurrió a sus labores y la situación en el sector era ?absolutamente normal?.
?La situación de nuestra principal industria en sus labores básicas sigue incorporada a un nivel absolutamente bueno, de actividad, no hay problemas para la distribución de gasolina ni para el llenado de las cisternas de gasolina?, agregó.
La afirmación buscó tranquilizar a la población, que nerviosa ha hecho desde el lunes filas en algunas estaciones de gasolina por temor a que pudiera haber desabastecimiento.
La oposición ha dicho que está paralizada la distribución interna de combustible y empleados rebeldes de PDVSA dijeron que un plan de contingencia instrumentado por la empresa desde el domingo será afectado si el paro se extiende más.
Los líderes del paro sostenían en tanto que más del 75 por ciento de los comercios, industrias y compañías del país seguían cerrados, aunque admitieron que ha bajado la participación respecto al lunes.
Llamaron a los comerciantes ?donde dijeron ha bajado sensiblemente el apoyo? a no abandonar el ?paro cívico nacional? y a convertirlo en ?activo?, con manifestaciones callejeras y su eventual extensión.
?Hay que hacer un sacrificio porque durante los tres años de gobierno de Chávez las ventas han venido disminuyendo y yo rebajé mi personal desde 12 a cuatro actualmente?, dijo José Angel, dueño de un frigorífico, quien mantenía su negocio abierto pero afirmó que era sólo para abastecer al cuerpo de bomberos.
No a la violencia: OEA
Para otros comerciantes ya es tiempo de dejar los reclamos a un lado y ponerse a trabajar, sobre todo por la época pre navideña en que esperan más ventas que compensen en parte la poca actividad que, sostienen, se registró durante el año.
La oposición está presionando por la salida de Chávez, a quien acusa de querer instaurar un sistema comunista y responsabiliza de haber llevado al país a una grave recesión económica, con elevada inflación y alto desempleo.
?Este paro continuará hasta acercarnos (...) al deliberado propósito de destrancar o abrir o limpiar el camino de la consulta electoral?, dijo Andrés Velásquez, uno de los diputados opositores que convocó a salir a las calles.
Los adversarios exigen la realización de un referendo consultivo, convocado para el 2 de febrero del 2003, que pregunte si Chávez debe renunciar. Pero el gobernante ha dicho que deben esperar a mitad de su mandato, en agosto del 2003, para un referendo revocatorio previsto en la Constitución.
Además de la manifestación en torno a la sede de PDVSA, los opositores hicieron un ?cacerolazo? frente a la estatal Venezolana de Televisión.