¿Se acuerda usted de aquello de ?To be or not to be? del llorado maestro William Shakespeare?. Bueno pues en ese orden de ideas va el encabezado de ésta participación en donde hablando de negocios que han crecido, que han sido suficientemente rentables y de aceptación plena y sostenida el dilema es: diversificarse o quedarse como está.
Entrando en materia y para tratar de comunicarnos en un lenguaje común ¿qué debemos de entender antes que nada por diversificar?. En términos del diccionario de la lengua española diversificar significa: hacer diversa una cosa de otra y si así es, creo que mal estamos empleando el término en materia de negocios cuando lo que queremos tal vez decir es Diversidad entendiendo por esto último: Variedad, desemejanza, diferenciado, o concurso de varias cosas distintas. Me quedo con ésta última acepción cuando queremos decir que llegó el momento en la vida ordinaria de un negocio en que no hay que mantener o sostener de por vida un negocio por bueno que sea sino que hay que ir buscando otro diferente por aquello de que no es bueno tener todos los huevos en una misma canasta
Volviendo a la pregunta inicial ¿conviene o no conviene diversidar? Y en caso positivo ¿por donde hay que buscar la diversidad?.
Yéndose a los extremos: si un negocio que se dedica a la preparación y distribución de alimentos y piensa que llegó la hora de diversidar e iniciar un negocio de paquetería y mensajería que tan conveniente sería?. De antemano, les diré que en lo personal no tengo la respuesta que califique al cien por ciento sino que habría de tomarse la pregunta y lograr la respuesta en forma casuística. Lo que sí puedo atreverme a decir es en el caso de que la diversidad se convierta en un imperativo hay que sacarle provecho a capitalizar las habilidades que el negocio que dio para iniciar otro nos desarrolló: lo otro es pensar que operaciones o procesos se pueden clonar de un negocio a otro algo así como en operación de corta y pega.
La red de proveeduría y la red de distribución que ya tiene organizada se puede emplear para el nuevo negocio y aunado a esto una buena dotación de nuestro personal de confianza y debidamente capacitado lo podemos utilizar para iniciar o distribuir los recursos humanos que el nuevo negocio requiera. Aunado a lo anterior las semejanzas podrían ayudar. Un negocio que se dedica a la distribución de llantas podría pensar en un negocio de accesorios para automóvil, dado que el giro es la industria en el de mantenimiento de unidades motrices y así a la ene potencia.
Los riesgos aumentan en la medida en que se separe de las semejanzas o similitudes y el abanico se abra a su máxima expresión porque se puede caer en la tentación de entrar a un negocio con el mínimo de conocimiento sobre la materia, así están las cosas lo que yo le recomendaría es que se cuidara la salud y se fuera al mercado de las franquicias, en donde el riesgo de alguna manera se comparte.
Cuando los hijos no comparten la idea del negocio original la idea de la diversificación es obligada de aquí que bien vale la pena pensar y repensar sobre lo que aquí hoy me tocó compartir con ustedes. Piense asertivamente y acertará.