¿Cuántos doctores -internistas, cirujanos y dentistas- hay infectados con el invariablemente fatal virus del SIDA? No hay estadísticas, puesto que los médicos saben la manera de esconder su condición, y lógicamente si fueran descubiertos, sus pacientes los desertarían. Pero, en los últimos tiempos ha habido más y más preocupación que doctores con SIDA, incluyendo dentistas, están tratando a sus pacientes, incluso quirúrgicamente. En los Estados Unidos ya se han reportado muertes de cirujanos a causa de SIDA. Los casos que se han publicitado han puesto de relieve un dilema creciente que la profesión médica y el público se han mostrado renuentes a aceptar: que médicos y pacientes se pueden infectar los unos a los otros. La epidemia del SIDA también ha puesto en evidencia que a nadie se le puede garantizar que no se va a exponer al virus del SIDA, una vez que se inicia un tratamiento quirúrgico u odontológico. La prevalencia del virus del SIDA entre los médicos es la misma que en la población general.