GÓMEZ PALACIO, DGO.- Gabriel Legorreta García, propietario del restaurante bar “Alquimia”, dijo que la clausura del establecimiento por parte de la autoridad municipal se realizó sin previa notificación, por lo que ayer demandó una explicación pero no hubo quién le prestara atención en las oficinas de la Presidencia.
El dueño del negocio, que se localiza en el bulevar Miguel Alemán número 610, refirió que el pasado lunes por la tarde, a las 18:00 horas se presentaron los inspectores del Departamento de Alcoholes sólo para hacer la colocación de sellos de clausura en la puerta del local, en los cuales no aparece ninguna firma y sólo aduce a quejas de los vecinos como lo que motivó el cierre.
Al acudir ante el encargado de la dependencia, Enrique Saavedra Urbina, éste le respondió a Gabriel Legorreta que desconocía los motivos del cierre y que en todo caso, resolviera su problema en forma directa con la presidenta municipal Leticia Herrera de Lozano, pero que esto sería hasta el próximo mes de enero debido a las vacaciones que transcurren.
El afectado dijo que los inspectores no entregaron ninguna notificación en forma previa sobre la clausura del negocio y que cuando acudieron a colocar los sellos ni siquiera levantaron un inventario de lo que había en su interior.
Los integrantes del grupo de música viva que ameniza en el establecimiento los fines de semana, tuvieron la necesidad de sacar sus pertenencias ante la presencia de los inspectores, quienes retiraron los sellos colocados para permitirles el acceso y después los volvieron a pegar para impedir que el restaurante bar continuara funcionando desde entonces.
Gabriel Legorreta dijo que hasta ayer no había encontrado una explicación razonable del cierre de su negocio, y que durante la noche del mismo lunes trató de sondear la postura de los vecinos colindantes, de quienes se levantó una lista de cinco firmas avalando la operación del restaurante bar y los que le manifestaron no tener ningún problema con ello.
El pasado fin de semana, la presidenta municipal Leticia Herrera de Lozano informó mediante un comunicado que se habían girado instrucciones para investigar las condiciones en que operaba el “Alquimia”, al existir supuestas quejas de vecinos de la colonia Las Rosas en el sentido de que el establecimiento se hallaba convertido en un centro de baile.
A ese respecto, el quejoso negó rotundamente la versión, pues el local no dispone del espacio suficiente para abrir ninguna pista de baile y por lo tanto únicamente opera como restaurante bar con música viva los fines de semana, y el permiso incluye las dos mesas de billar que lo complementan.
Gabriel Legorreta dijo que desde hacía dos meses realizó una inversión aproximada a los 300 mil pesos para empezar a operar el restaurante bar “Alquimia” en el que tenía a su cargo a tres empleados; refirió que la medida que adoptó el Municipio le afectó severamente, por la cantidad de contrataciones del local que ya se tenían programadas para estas temporadas y que habría que cancelar.
El “Alquimia” ocupaba el local que durante años perteneció al restaurante “Las Brasas”, donde su propietario Ramón Sánchez Cano fue ejecutado a balazos.