El pasado viernes 27 de septiembre se presentó el cuarto concierto de la temporada de La Camerata de Coahuila el cual estuvo dirigido por el maestro Jesús Medina quien supo obtener hermosas sonoridades de la orquesta.
El concierto inició con el Concerto Grosso en sol Mayor, Op. 6 No. 1 de Georg Friedrich Händel (1688-1759), que es uno de los doce conciertos que el gran compositor alemán escribió entre finales de septiembre y el 30 de octubre de 1739. Como género musical los Concerti Grossi se originan a finales del Siglo XVII.
En ellos se busca entablar un diálogo entre dos grupos instrumentales: uno compuesto por un pequeño grupo de solistas al que se denomina como concertino, y otro constituido por el resto de la orquesta que recibe el nombre de tutti o de ripieno. En este género no se busca, sin embargo, el lucimiento del virtuosismo de los solistas, sino aprovechar el placer que puede causar el contraste de los diferentes grupos de sonidos.
En el caso del Concerto Grosso Op.6 No.1 de Händel sucede lo mismo, pues demanda un diálogo entre las diferentes secciones de la orquesta. Cabe mencionar que Erasmo Capilla, violín concertino, Tatul Yeghiazarián, jefe de la sección de los violines segundos y Natalia Melikhova, principal de la sección de violonchelos, ejecutaron de manera espléndida sus partes destacándose especialmente el violín concertino.
Al terminar el Concerto Grosso se ejecutó el Concierto para Viola en Re Mayor Op.1 de Carl Stamitz (1746-1801), el cual fue escrito en 1774. Se trata de una bella obra perfectamente adecuada para dicho instrumento, lo cual no es nada sorprendente pues Stamitz, no sólo fue un gran compositor sino un gran violinista y violista que escribió más de 50 sinfonías, casi cuarenta sinfonías concertantes y más de 60 conciertos para diversos instrumentos. Por estos motivos Stamitz es considerado como el más prolífico compositor de la escuela de Mannheim. Ioulia Mokhnatkina, quien es una de las violistas de la Camerata de Coahuila, asumió el papel solista con garbo y elegancia.
Después del intermedio se interpretaron las Dos Melodías Elegíacas Op. 34 del compositor noruego Edvard Grieg (1843-1907). Grieg no sólo fue un destacado pianista y director, sino el más importante compositor escandinavo de su generación y era especialmente talentoso para escribir piezas pequeñas, como es el caso de estas dos melodías cuya primer versión era para voz con acompañamiento de piano. Las Dos Melodías Elegíacas están basadas en algunos versos del poeta noruego Aasmund Olavsson Vinje (1818-1870).
Para finalizar se tocó la Sinfonía No. 21, en La Mayor K. 134 de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), esta composición fue escrita en agosto de 1772 y es la última de un grupo de ocho sinfonías cuyo propósito era ganar el beneplácito de Hieronymus von Colloredo (oscuro prelado cuya trascendencia histórica está directamente ligada al desprecio y mal trato que tuvo con los Mozart) quien fue nombrado arzobispo de Salzburgo el 14 de marzo de 1772. A la edad de 16 años el gran compositor austriaco ya era capaz de producir sinfonías de una rara elegancia y sofisticación, como es el caso de la Sinfonía K. 134 - que si bien muestra la influencia de Joseph Haydn en su primer movimiento y de la escuela de Mannheim en el crescendo de la coda - tiene también características que evidencian una genialidad absolutamente original como es el caso del Menuetto y del último mov imiento.
GLOSARIO MUSICAL:
Coda: Trozo que constituye el final de una pieza y es frecuentemente la repetición de uno de los motivos más salientes de ella.
Crescendo: Del italiano crecer. Palabra usada como anotación musical que indica que debe ir aumentándose gradualmente la intensidad del sonido.
K.: Abreviatura de Köchel, al que le sigue un número del catalogo que Ludwig von Köchel (1800-1877) compiló de las obras de Mozart, el cual las ordena en forma cronológica.
Menuetto: Danza de origen francés, de movimientos lentos y elegantes. Durante el período clásico fue muy popular y algunas sinfonías tienen movimientos enteros escritos en ese estilo.
Op.: Abreviación de la palabra latina “opus” que quiere decir obra. En el caso de la música esta abreviación es seguida por un número que hace referencia a un catálogo en el que se ordenan de manera cronológica las obras de un compositor.