QUETTA, Pakistán.- Millares de personas se congregaron el martes en un estadio de futbol para asistir al funeral del paquistaní Aimal Kasi, ejecutado en Estados Unidos por asesinar a dos empleados de la CIA en 1993.
Se estima que unas 20,000 personas asistieron al funeral.
“Aimal Kasi fue martirizado por la imperialista Norteamérica”, dijo el clérigo Hussain Ahmed Sherodi, que presidió la ceremonia religiosa. “El martirio de Aimal Kasi ha unido a los musulmanes contra los Estados Unidos”.
Luego del funeral, millares de personas acompañaron el cadáver de Kasi a lo largo de tres kilómetros, rumbo al cementerio de la familia en los suburbios de Quetta.
Entre tanto, legisladores en Islamabad, la capital de Pakistán, interrumpieron una sesión parlamentaria para decir una plegaria en homenaje a Kasi, considerado por muchos aquí como un mártir y un héroe.
“Que su alma sea bendecida”, dijo Hafiz Hussain Ahmed, legislador de una alianza política islámica que llegó en tercer lugar en las elecciones del 10 de octubre. “Y que aquellos que lo entregaron (a Estados Unidos) sean destruidos”.
Kasi fue ejecutado con una inyección letal en Virginia el 14 de noviembre por asesinar en 1993 a dos empleados de la Agencia Central: Frank Darling, de 28 años de edad, y Lansing Bennett, de 66 años.