La Haya (EFE).- El Tribunal Supremo holandés sentenció hoy que el "cansancio de vivir" no puede ser considerado como una razón válida para practicar la eutanasia, una decisión que reafirma los estrictos criterios de la legalización de esta práctica médica en Holanda.
Los jueces del Supremo confirmaron hoy la culpabilidad, aunque sin aplicación de pena, del médico Philip Sutorius, acusado de practicar una eutanasia en 1998 al ex senador holandés Edward Brongersma, que estaba "cansado de vivir".
Con la confirmación de esa sentencia, el Tribunal Supremo da por concluido este polémico caso, cuya primera sentencia, dictada en octubre de 2000 por el Tribunal de lo Penal de Haarlem, había declarado inocente Sutorius.
Los jueces estimaron entonces que el ex senador Brongersma, conocido por su afición por la pornografía infantil, se "encontraba cansado y carente de perspectiva", por lo que ese "cansancio de la vida" no podía ser tratado médicamente.
La primera sentencia, que había tenido en cuenta que "solamente la persona que padece un dolor" puede decidir si ése resulta "insoportable", fue revocada en diciembre del 2001.
El Tribunal de lo Penal de Amsterdam declaró al médico culpable de practicar una eutanasia fuera del marco establecido por la ley.
Esa instancia judicial argumentó que no había constancia objetiva de que el padecimiento psíquico del ex senador fuese "insoportable" y que el médico habría tenido que recurrir a otros medios distintos a la eutanasia para paliar el sufrimiento de su paciente.
El Tribunal Supremo confirmó hoy esta sentencia basándose en que, pese a que la ley de la eutanasia permite su aplicación en enfermedades físicas y psíquicas, el sufrimiento del ex senador, "cansancio de vivir", no puede considerarse una dolencia "médicamente clasificada", por lo que el médico no tiene la capacidad o responsabilidad de curar al paciente en esos casos.
El ex-senador del Partido Laborista tenía 86 años cuando en 1998 el doctor Sutorius accedió a su deseo de que se le ayudase a morir, dándole un bebida mortal.
Holanda, que aprobó la ley de la eutanasia sentando un precedente mundial en noviembre del año 2000, contempla su aplicación cuando el paciente que la solicita voluntariamente sufre un dolor insoportable, sin esperanzas de mejora, y cuando la medicina no puede tratar de forma efectiva la enfermedad.
El Tribunal Supremo ha querido hoy sentar jurisprudencia sentenciando que los casos de depresiones por vacío existencial o cansancio de la vida, así como el consiguiente deseo fuerte de morirse, no están contempladas en las condiciones establecidas en la ley de la eutanasia.