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El El Cristo Negro atrajo a miles de creyentes en busca de favores

Por Octavio Colindres

Portobelo (Panamá).-Miles de panameños peregrinaron el pasado fin de semana en auto, a pie o incluso arrastrándose al poblado costero de Portobelo, en la provincia caribeña de Colón, para agradecer y pedir favores al "Cristo Negro".

Ataviados con túnicas púrpuras como las que porta la imagen de Jesucristo antes de su crucifixión, algunos caminaron 80 kilómetros desde la capital panameña hasta Colón para la conmemoración, este lunes, de los 344 años del Cristo Negro de Portobelo.

Según las crónicas de la época, la imagen del Cristo Negro fue hallada flotando en las costas de San Pedro de La Escucha en Portobelo en 1658 por el indio Kichimbanchi.

Coincidiendo con la llegada de la imagen se desató una epidemia de viruela en la región que afectó a los pobladores, quienes le pidieron su ayuda.

De acuerdo con los relatos, el Cristo Negro desapareció milagrosamente durante la epidemia, el 21 de octubre de 1658.

Desde entonces, son miles los panameños que cada año visitan la imagen para pedir ayuda, agradecer milagros y expiar culpas.

El cura párroco de la Iglesia de Portobelo, el español Venancio Ortiz, explicó que actualmente existen dos ambientes en la celebración de las fiestas del Cristo Negro: "un ambiente de fe de la gente que viene a la Iglesia, y hay gente de parranda".

En las calles se confunden bailes, cantos, venta de comida y bebidas alcohólicas con el peregrinar de los que imitan al "Naza", como llaman sus fieles a la imagen del "Nazareno".

Algunos caminantes duermen en las paradas de autobuses a lo largo del camino hacia Portobelo y traen consigo comida y botellas de agua para beber y bendecir.

Otros andan descalzos, cargando imágenes del Cristo, acompañados por sus familiares de diversos lugares del país.

Es casi imposible llegar hasta la iglesia en automóvil durante estas festividades, a las que según cálculos del párroco asistieron unas 45.000 personas.

Los creyentes intentan dar distintos tipos de ofrendas al Cristo; unos se dejan crecer el cabello durante un año para cortárselo y dejarlo a los pies de la imagen, otros cargan pesadas cruces de madera.

Sin embargo, el padre Ortiz afirma que no todas estas "mandas" (ofrecimientos por favores recibidos) son vistas con buenos ojos por el Cristo.

Según el sacerdote, algunas de estas ofrendas "están fuera de orden, algunas Cristo no las quiere, como son venir haciéndose sangre en las rodillas arrastrándose por el camino".

Narra el cura que durante una misa celebrada el lunes un hombre entró a la iglesia arrastrándose por el suelo, mientras otro, con unas cinco o seis velas, le echaba cera caliente sobre la espalda.

La mayoría de los feligreses del Cristo son de estratos humildes, según Ortiz.

Sin embargo, también el secretario general del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), Martín Torrijos, y el alcalde de la capital panameña, Juan Carlos Navarro, visitaron la imagen el fin de semana.

Pero el más célebre de sus devotos, hasta hoy, tal vez ha sido el fallecido cantante puertorriqueño Ismael Rivera, conocido como "el Brujo de Borinquen", quien visitó durante muchos años la imagen y a quien el poblado erigió un busto en octubre de 1999.

La procesión del Cristo Negro, una de las más llamativas del país, salió de la Iglesia en la noche del lunes y tras un recorrido por las calles del pueblo regresó pasada la medianoche (05.00 GMT del martes), dando siempre "tres pasos adelante y dos para atrás".

Esta es una costumbre que, según Ortiz, se asemeja a las procesiones de Sevilla (España) y, según señalan algunos, simula las olas del mar que vienen y van. EFE

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