Torreón, Coah.- Hilda y Luis parecen un matrimonio común y corriente; con 20 y 24 años de edad, estos laguneros realizan sus labores cotidianas y cuidan a sus dos pequeños hijos, pero hay algo que los distingue... la gran admiración que ambos le profesan a Saúl Hernández, vocalista de Jaguares.
Hilda no encuentra las palabras exactas para describir todo lo que siente por el músico... pero no se limita al decir “Saúl es prácticamente un Dios a quien ni siquiera se debe tocar”.
Esta joven madre quedó cautivada con las letras de Hernández al escuchar Ayer Me Dijo Un Ave. “Recuerdo que estudiaba en la escuela que está enfrente del bosque cuando escuché por vez primera esa canción. Llegó un momento en que mis amigas y yo íbamos especialmente a oír ese tema, hasta que un día pregunté qué grupo la interpretaba... Caifanes”.
Para Hilda, las canciones de Saúl no son fáciles de entender, pues detrás de ellas hay un mensaje más profundo del que puede percibirse. “El estilo de Saúl es místico, mágico, cuesta trabajo entender el verdadero mensaje de sus temas; me inspira mucha tranquilidad y una enorme espiritualidad. Siento que él y yo pensamos lo mismo”, dijo.
Es tal la devoción que esta chica le manifiesta al artista, que el hecho de pensar que pueda morir le causa una gran angustia, pero está segura que si esto llega a suceder, habría un luto enorme en todo el mundo, más que el que llegó a sentir el pueblo de México por Pedro Infante.
“Cuando se desintegró Caifanes yo tenía poco tiempo de conocerlos, por eso no me pudo mucho, además había escuchado en una entrevista radiofónica que iniciarían otro grupo llamado Jaguares. Si hoy eso llega a suceder, yo estaría siempre con Saúl... él es Jaguares”.
Luis, su esposo, está consciente de todo lo que Saúl Hernández significa para Hilda, pero eso no le enoja, pues también es un gran admirador de ese músico.
“Saúl y sus letras me han servido de inspiración para componer mis propias canciones, bueno, no son propiamente eso porque carecen de música. Hasta el momento llevo hechos 210 temas, y aunque no son una copia de las de Saúl, sí puedo decir que se parecen en el estilo”.
Al igual que su mujer, Luis admira del cantante lo misterioso y enigmático de sus canciones, se le hace muy buen compositor, y lo ha llegado a definir como su maestro.
“Mis canciones son escritas como en metáforas, hablo mucho de la sangre del mundo, utilizo palabras disfrazadas para tratar de cambiar a las personas, con esto me refiero a las drogas u otro tipo de situaciones con las que yo no estoy de acuerdo”, señaló.
Luis no tiene conocimientos musicales, únicamente escribe las letras, pero uno de sus sueños es tener un grupo de rock. “Sueño despierto que estoy arriba del escenario y digo abiertamente que Saúl fue mi maestro”.
Esta pareja posee en su casa playeras, mantas, discos y posters entre otros artículos de Saúl Hernández y Jaguares, mismos que tienen un significado especial para ellos.