Reuters
KABUL, Afganistán. - Un hombre murió y otros dos resultaron heridos ayer cuando al menos una granada fue arrojada a la entrada de una base de la fuerza internacional de paz en Kabul, en el segundo ataque contra las tropas extranjeras en la ciudad esta semana.
El ataque se produjo a la entrada de Camp Warehouse, una de las principales bases de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés), de 22 naciones, y el cuartel general de la Brigada Multinacional en Kabul, bajo la comandancia de Alemania.
Paul Weber, portavoz del contingente alemán de la ISAF, dijo que las tres víctimas eran aparentemente afganas.
?Quizás dos granadas de mano. Hay dos afganos heridos, quizás habitantes locales, y un muerto, probablemente el atacante?, dijo.
Weber agregó que el atacante aparentemente murió a causa de su propia granada. Se trata del segundo ataque contra los soldados extranjeros en la capital afgana esta semana, pero el portavoz de ISAF, el comandante Tony Grubb, de Nueva Zelanda, dijo que ningún miembros de las fuerzas de paz resultó herido.
El martes, dos soldados estadounidenses y su intérprete afgano resultaron heridos cuando una pequeña granada fue lanzada contra el vehículo que conducían en el centro de Kabul.
Dos adolescentes fueron arrestados en el lugar del ataque y funcionarios dijeron que uno de ellos había confesado su responsabilidad en el atentado, como protesta contra la política estadounidense hacia Afganistán y los palestinos.
Previamente, otro funcionario de la ISAF, que pidió no ser identificado, dijo que al parecer se trató de un ataque suicida, pero soldados afganos cerca del lugar señalaron que fueron informados de que dos bombas de mortero cayeron en el sitio causando heridas a dos soldados afganos.
Las tropas afganas aumentaron las medidas de seguridad en Kabul después del ataque del martes, pero la ISAF dijo que no había incrementado su nivel de alerta.
Hay alrededor de 4,700 miembros extranjeros del cuerpo de paz en Kabul y miles más de tropas estadounidenses y aliadas en el país que buscan remanentes de la red Al Qaeda y de Osama bin Laden, así como a dirigentes del derrocado régimen del Talibán.