¿Le ha pasado que durante años ha querido dejar en vano de fumar y que se ha propuesto hacer ejercicio sin lograrlo? Bien, no se dé por vencido. Al menos eso dice el doctor James Prochaska, de la Universidad de Rhode Island, y quien es un psicólogo clínico. Después de años de trabajar con fumadores que quieren dejar el hábito, Prochaska ha cambiado su enfoque. En vez de buscar que estos cambios se produzcan de repente, él considera que hay que pasar por tres etapas: precontemplación, contemplación y luego preparación y mantenimiento. Las dos primeras son las que más tiempo ocupan; generalmente las gentes pasan años en estas etapas. En estas fases, se puede desear un cambio, pero en realidad no se intenta. No se comprometen consigo mismas. En la etapa de preparación, las personas reciben información o dan pequeños pasos hacia el objetivo, como disminuir el número de cigarrillos. Ya en la etapa de cambio, los individuos han pasado por la tarea ardua de dar los pequeños pasos y exhiben nuevos comportamientos.