En 1945, hace ya más de 50 años, la doctora en antropología Dorothy Steiner, quien también era médica, hizo un estudio extraordinario sobre los astrólogos, adivinadores, numerólogos y otros charlatanes. Durante 12 años, ella posó tanto como adivinadora y astróloga y como clienta. Durante ese tiempo, visitó a algunos 200 astrólogos y adivinadores de la palma de la mano, y leedores de cartas, para saber qué buscaban las y cómo eran los consejos que les daban. Recuerde usted que estamos hablando de hace más de 5 décadas. Entonces, Steiner concluyó que no hay peor agonía para las personas que tener turbulencia interior y que buscan alivio en cualquier lugar, en cualquier charlatán, porque no tienen la capacidad para pensar críticamente. También concluyó que todos estos astrólogos eran gente absolutamente impreparada y que inventaban a su antojo “los señalamientos de los astros”. Más sorprendida quedó Steiner de que los astrólogos ni siquiera conocían los conceptos más elementales de la astronomía. No tenían escrúpulos en engañar a la gente desesperada y reportó que eran obviamente deshonestos y mentirosos. No tenían técnica alguna para adivinar, leer la mano y las cartas y para predecir por medio de los astros. Solamente veían gente desesperada a la que estafaban con la mayor facilidad. Y lo peor es que hoy, 50 años después, hemos empeorado: seguimos buscando alivio interior en lo que sea.